Un secreto debajo de las sábanas [Dulcealba]

CAPÍTULO 19

CAPÍTULO XIX.

*narra Aída*
En ese momento notaba cómo una parte de mí se iba muriendo. En el banco que se encontraba frente a las vistas se encontraba Alba, muy guapa y perfecta. Durante un segundo verla me sacó una sonrisa... Pero a su lado había una chica, con la que estaba agarrada la mano. Lo peor de todo es que, tras unos instantes, Alba cerró los ojos, la chica también y vi como se iban acercando la una a la otra como atrapadas por un imán, hasta que los dos labios se toparon y se perdieron en un universo paralelo. En ese momento noté como una primera lágrima derramaba por mi cara, seguida de otra, y otra... Y es que lo peor de todo es que no podía hacer nada. Parpadeé varias veces y... No pude aguantar más. Me fui corriendo, sin mirar atrás. Todo se acabó. A la mierda. El peor día de mi vida... Ese era uno de esos momentos que te daban ganas de acabar con todo, de acabar con el canal, de encerrarte y no salir jamás. Nunca había sentido tal atracción igual, ni con una chica ni con nadie. Es como si pudiese ver la luz al final del túnel, pero se me apagó y me dejó atrapada dentro. Horrible. Escuché a Alba, pero no le hice caso.
Alba: ¿Aída, eres tú? ¡Aída!
Cada vez podía ver menos, las lágrimas volvían borrosos mis ojos y me dificultaba moverme. Sin querer, al correr, me tropecé con una piedra y caí directa al suelo. Apenas podía abrir los ojos, pero al darme la vuelta, vi como una luz, una persona que no conseguía identificar, que me había venido a buscar...