Un secreto debajo de las sábanas [Dulcealba]

CAPÍTULO 75

CAPÍTULO LXXV.
*narra Aída*
Laura, mi amiga, y Gigi, la actual novia de Alba, se fueron a la cocina a terminar de preparar algunas cosas para comer. Nos dijeron a Alba y a mí que nos sentásemos en la mesa. Me senté en frente de ella.

Alba inició una conversación conmigo. Estaba algo nerviosa, pues no nos hablábamos desde que nos separamos. No sabía si lo que me iba a decir era algo bueno o algo malo. Bueno, en ese momento solo pensaba en lo peor, ya que nuestra relación no acabó demasiado bien.

Aída: Hola... Qué tal... Bueno... Aue querías decirme...
Alba: jajaja, veo que estás nerviosa. Nada, solo decirte que me alegro de verte. Hace tiempo que no hablábamos...

*narra Aída*
ME MORÍ. En ese momento esperaba que dijese cualquier cosa menos esa. ¿QUE SE ALEGRÓ DE VERME? ¡Yo sí que me alegré de verla! ¡La sigo querie...! Aída (emocionada por dentro, aunque no por fuera): Igualmente, ya echaba de menos una conversación contigo.

Alba: Jajaja ¡y yo contigo! ¿Qué tal vas desde que... Bueno, pasó eso... entre nosotras...?
Aída (algo incómoda): Bueno, ahora ya mejor... Lo pasé bastante mal... Alba: Ya...
Aída (cortándola): ¡Bueno! Pero eso ya es pasado, lo que de verdad importa es disfrutar del presente. ¿Y tú que tal? ¿Algo interesante que contar?
Alba: Jajaja, como echaba de menos estas conversaciones contigo... ¡Pues sí que tengo algo interesante que contarte! Mira, el otro día...

*narra Aída*
Conseguí sacar otro tema, pues en el principio de la conversación ambas estábamos algo incómodas. A medida que iban pasando los minutos, Alba y yo estábamos mejor, poco a poco recuperando esa confianza que perdimos en un instante después de la separación.

De repente, volvieron Laura y Gigi a la mesa. Alba y yo detuvimos la conversación y las cuatro nos pusimos a comer. Durante la comida, Alba me lanzaba esas sonrisas que me enamoraban, y yo me ponía roja, pero muy roja.

Era como... ¿si volviese a sentir algo por ella?