Karma | Isaac García

023

Después de haber pensado las cosas que me había dicho Isaac, más dudas surgieron, el último mensaje que le había enviado eran preguntas y más preguntas:

¿Desde que momento dejaste de ver esto como "una venganza? ¿O absolutamente todo fue falso? ¿Por qué dijiste que no habías ido a esa fiesta? ¿Buscaste que me enamorara de ti? ¿No pensaste que eso me lastimaría?  ¿Cuantas veces hablaste con Jasmine a mis espaldas? ¿Fue sincero?

Era ridículo porque podía sentir la desesperación de mis mensajes, y era más humillante porque Isaac no respondía.

Jasmine me había escrito, habíamos quedado de vernos frente al gran lago del pueblo. Cuando llegué ella estaba sentada frente al lago admirando el paisaje en silencio.

No dije nada, no la saludé, simplemente me senté a su lado, ambas permanecimos en silencio unos minutos, que para ser honesta fueron eternos.

Había tantas cosas que me podía decir ella a mi, pero yo honestamente no tenía mucho que decirle, pero quería escucharla.

—No creí que fueras a caer por él.

—Y salí lastimada por eso, ¿no te hace feliz? —Contesté sin mucha emoción.

—Ahora sí.

¿Qué le pasaba?.

—Para ser honesta, esperaba que no te enamoraras de él, te creí más fuerte.

—Si te gustaba aún, ¿por qué no me lo dijiste? me habría alejado de él, en lugar de eso seguiste diciendo que habías estado con Lee. —Suspiré.—Quiero decir, para ese entonces todavía no había desarrollado sentimientos por él.

—¿No piensas que me avergonzaba de lo que hice? — soltó una pequeña risa ante mi comentario

—Te habría entendido.

—No Janne, me habrías alejado, y más porque pensarías que le haría lo mismo a tu hermano.

—¿Por qué dices eso?

—Porque seguro piensas igual que él.

Suspiré frustrada, frustrada por su poca confianza hacía mi, la consideraba mi mejor amiga pero, ¿era lo mismo para ella?

—Tienes razón. —Respondí con firmeza aunque me doliera hacerlo.

Y qué más da si últimamente ella dice tantas cosas hirientes. Jasmine lastimó a una persona que quiero, y luego, me mintió, no una, sino varias veces.

—Son iguales y merecen estar juntos. —Me dijo con una sonrisa cínica en el rostro.

—Y tú mereces estar sola. —Respondí y me levanté de mi lugar antes de que me dijera algo más.

La quería, incluso después de lo que había pasado, mentiría si no dijera que pensaba perdonarla, pero no podía soportar escuchar ni una más de sus palabras hirientes.

[...]

Ahora era más que obvio que estaba sola, se sentía un poco feo, no miento, pero por fin había logrado conseguir algo de paz en estos días.

Era la hora del almuerzo, estaba sentada en una de las mesas de la esquina comiendo mi almuerzo, hasta que una voz interrumpió mi tranquilidad.

—Hola. —Mateo, era de él quien provenía esa voz.

—¿Qué hay? —respondí.

El se sentó frente a mi y puso sobre la mesa una bolsa de papel color blanca.

—Es para tu hermano. —Se aclaró la garganta.—James.

—Oh. —Vacilé.

Mire dentro de la bolsa, era una sudadera color azul.

—Es de él.

—¿Debería preguntar? —Alcé una ceja.

—Creo que puedes deducirlo.

—No me lo esperaba

—Entiendo. Tu hermano es el típico estereotipo de hombre blanco heterosexual que juega fútbol y además <es rubio>.

—¿Y por qué esperas que se lo entregue yo? —Empuje la bolsa del lado de su mesa.

—Porque quiere mantener esto privado.

—¿Ustedes también me están usando? Puedo sentir las miradas de la personas aquí sobre mí, y también lo que me pides suena-

—¿No es genial que te vean conmigo? Mi popularidad no es inferior a la de los Walter, Janne. De todas formas, no se quien más te haya usado pero sólo te estoy pidiendo que le entregues esto a James.

—Bien, supongo que últimamente me tomo muy a pecho las palabras de la gente.

—De cualquier forma

—Estás en mi lugar. —Una tercera voz se unió a nuestra conversación.

—Nos vemos cariño, o tu enamorado se molestará. —Mateo me guiñó un ojo y le dedicó una mirada de superioridad a Isaac antes de irse.

—¿"Cariño"? —Dijo colocándose frente a mi.

Rodeé los ojos.

—¿Qué haces aquí Isaac? Recuerdo haberte pedido un espacio para pensar las cosas.

—Ya ha pasado demasiado tiempo.

—Isaac, llevamos menos de 24 horas sin hablar.

—Podemos ser los mismos de antes, no es tan difícil. —Me cruce de brazos frente a él sin decir nada, luego su atención se fue directamente a la bolsa que me había dado Mateo. —¿Te lo dio "ese"?

—Sí.

—¿Sí?

—No te debo explicaciones Isaac. Ni siquiera contestaste mi mensaje.

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¿Vieron las fotos que subió Isaac a IG? 😻
Les dejé una arriba. 🫵