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Tan pronto como entramos a la casa de Isaac, Katherine se acercó a nosotros con dos toallas en la mano derecha y un vaso de leche caliente en la otra.

—No pensé que fuese a llover hoy. —Dijo mientras nos entregaba a ambos las toallas.—Toma Janne, esto es para ti. —Me extendió la tasa de leche caliente y la tomé con mis dos manos intentando retener el máximo calor posible.

Sentía mi cara arder, aún podía escuchar a mi corazón latir muy fuerte, ni siquiera tenía el valor de mirar a Isaac, aunque reconozco que sentía curiosidad por saber que estaba pensando y que expresión tenía.

—Vamos. Te prestaré algo de ropa. —Me dijo Isaac mientras subía las escaleras.

Lo seguí. La camisa que cargaba no era tan gruesa y al estar empapada hacía que se transparentara y se le remarcaba la ancha espalda. Vaya, si que era atractivo.

Isaac comenzó a buscar algo de ropa en su closet, finalmente colocó un pants negro y una camisa verde olivo en la cama.

—Puedes usar eso, es un pants que no uso hace bastante, nisiquiera me queda ya, supongo que a ti te quedará bastante bien, la playera quizás te quede algo grande. —Dijo mientras se pasaba la mano derecha por el cuello.—Será como oversize, se te verá bien. —Tan pronto como dijo aquello dio un paso fuera del cuarto.

Me quité la ropa mojada que tenía puesta, y procedí a colocarme los pants de Isaac, para mi sorpresa me quedaban bien ¿a que edad habrá vestido Isaac esto para medir lo mismo que yo?, luego me puse la playera verde y tal como dijo me quedaba como una playera oversize. Una vez que terminé abrí la puerta del cuarto y me encontré a Isaac fuera mirando su teléfono si alguna expresión en su rostro que me ayudara a descifrar que veía o en que pensaba.

—Terminé. —Dije luego de aclararme la garganta.

Isaac levantó la cabeza y me miró por unos segundos, que se sintieron eternos.

—Puedes esperarme abajo, no tardaré. —Dijo saliendo de su pequeño trance. Asentí y caminé escaleras abajo.

Mientras esperaba en la sala, pensaba una y otra vez en lo que había pasado hace unos minutos, sus labios sobre los míos, el dulce sabor de estos ¿será porqué habíamos comido tarta de fresa?. Sentí el calor subir a mi cara, ya estaba delirando.

Isaac bajó al cabo de unos minutos con las llaves del coche en mano. Me levanté y lo seguí, ambos, en completo silencio subimos a la camioneta de su familia.

Para ser sincera, no me incomodaba estar en silencio con Isaac, pero luego de habernos besado el que no dijera ninguna palabra me estaba <matando>.

Isaac aparcó el coche en la farmacia 24hrs de la ciudad, debería pedir trabajo ahí porque después de besar a Isaac no iba a poder dormir por al menos un mes entero.

—No tardaré. —Isaac apagó el auto y salió del auto.

¿Estaba fingiendo demencia ahora?
¿Se arrepentía de haberme besado?
Las palabras invadieron mi cabeza y decidí sacar mi teléfono, entré a google y teclee "que significa que un chico no diga nada después de besarte?" una gran lista de páginas se desplegó al cabo de unos segundos y una en específico llamó mi atención, alguien había preguntado lo mismo que yo en un blog y tenía varios usuarios debatiendo el porque de esto en los comentarios.

"Simplemente está avergonzado" Isaac no me parecía una persona que se avergonzara fácilmente.
"Puede que esté nervioso"  Tal vez...
"Cada persona actúa diferente."  Tiene un punto.

Tan pronto como escuché a Isaac entrar al coche y montarse en este guardé mi teléfono rápidamente.

—Esto es para ti. —Isaac me extendió una bolsa blanca. —Te empapaste de agua fría. —Se aclaró la garganta.—Tómalo, así no te resfriarás más tarde.

Abrí la bolsa <ahora en mis manos> y revisé su interior, contenía el medicamento que mamá siempre me daba cuando comenzaba a tener síntomas de gripe y también tenía pastillas que eran para la gripe <por si se daba>.

—Gracias, Isaac. —Lo miré pero este sólo miraba la carretera que teníamos por delante mientras movía sus dedos con rapidez en el volante. ¿Estaba nervioso? Isaac sólo asintió ante mi respuesta y puso el coche a andar.

El tiempo pasó volando mientras pensaba en que podía decir para tocar el tema del beso y cuando me di cuenta Isaac estaba aparcando frente a mi casa.

—Escucha Isaac, —Inhale y exhale tratando de calmar a mi corazón.—Creo que deberíamos hablar de lo qué pasó.

—No hoy Janne. —Dijo despacio, intentando buscar las palabras para expresar lo que quería decir.—Necesito pensarlo, hablemos después. —Dijo al cabo de unos largos segundos.

—Bien. —contesté con firmeza.

—Bien. —respondió.

Me bajé del auto y caminé a la puerta de mi casa ¿debería voltear y hablar con él? ¿debería regresar y plantarle un beso? tantos pensamientos pasaron por mi cabeza, pero cuando voltee ya era tarde, la camioneta había arrancado.

Karma | Isaac García Donde viven las historias. Descúbrelo ahora