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Miré a mi hermana pequeña salir corriendo de mi habitación, suspiré cansada. Tener tantos hermanos no es tan lindo, sólo algunas veces pero la mayoría del tiempo no lo es.

Me levanté perozosamente de mi cama y me dirigí al baño con los ojos cerrados, y por supuesto esperando no caerme. Me miré al espejo y me pasé la mano para quitarme toda el agua que Jade me había tirado en la cara. Sonreí, me veía bien. A pesar de tener un montón de ojeras y estar recién levantada.

Unos minutos más tarde ya estaba lista e incluso había ordenado un poco mi cuarto, mamá hace unos momentos nos había llamado a desayunar, así que tomé mi mochila y comencé a bajar las escaleras pero recibí un golpe en mi cabeza que me hizo gritar molesta.

—¡¿Qué mierda...?!

—Buenos días hermana. —James sonrió y bajó corriendo impidiendo que lo alcanzara ya que no pude igualar su paso.

Cuando llegué a la cocina me sorprendí, jamás me acostumbraría al desastre que hacían mis hermanos.

—Mamá —hice un puchero.

—¿Qué pasa cariño?

—¿No quieres dar en adopción a todos esos simios?—Mi mamá me miró con reproche y sonrió.

—Jamás haría eso. —Dijo mientras me pasaba mi plato.

[...]

El almuerzo era una de mis horas favoritas ya que la mayoría de veces había una variedad de comida, está escuela no era como las otras que tienen golosinas y comida asquerosa, está escuela si tenía buena comida en especial lo martes de tacos, eran los mejores, pero hoy era lunes, mi horario estaba totalmente lleno los lunes, y todas las materias eran con los profesores más amargados de toda la escuela, en especial porque Jones vio a Sam con otro y Sam término su relación con el.

—Es qué ella... yo la quiero mucho... de verdad —Jonas estaba muy mal desde la mañana, pero no quería que siguiera sufriendo por algo que no iba durar, ya que el comportamiento de su novia era muy malo.

Solo me incline y lo abraze, siempre lo lastimaban, y aun siendo el mayor, teníamos que protegerlo de las malas personas, es como un imán que atrae personas malas hacia el, que después lo lastiman, sin embargo el siempre es una increíble persona, apoyándonos cuando puede.

—Eres increíble, y ella no se da cuenta de lo que acaba de perder. —Dije intentando hacer sentir mejor a mi hermano.

—Chicos hoy tengo un partido ¿vienen? —Preguntó James llegando a nuestra mesa, miro con el ceño fruncido a Jonas, seguro que ya sabia a que se debía, pero sinceramente no era muy bueno para consolar a los demás por lo que no preguntó.

—Yo estaré alentandote —Le dijo Jasmine recibiendo una sonrisa de agradecimiento por parte de James, apuesto a que Jasmine se iba a desmayar.

—Nosotros te alentaremos igual desde las gradas. — dije sin tomarle mucha importancia al asunto, ir a ver los partidos de James no era lo mejor, casi no entendía nada de lo que pasaba dentro de la cancha por lo que sólo esperaba a que ganarán.

—Bien los veo a la salida —James se despidió de nosotros y se fue con sus amigos.

—¡Jonas! ¿Que sucede? —Llegó Nathan —mejor amigo de Jonas- para llevárselos -y probablemente hacerla de psicólogo-.

(...)

Mira quién te está viendo —Dijo Jasmine sonriendo

—¿Quién? —Pregunté la verdad es que no quería voltearme.

—Isaac García. —Jasmine me miró y giró los ojos cuando la miré con confusión.—Tienes que estar bromeando, se bien que sabes quien es.

—Bromeo, claro que se quien es, pero no me interesa en lo absoluto. —Probablemente te esté viendo a ti.

Era lo más lógico, Jasmine era una chica rubia muy hermosa.

—No creo que me este mirando a mi, sabes que el verano pasado me besé con su hermano... ya sabes. —Me reí de su comentario, más bien -recuerdos llegaron a mi mente-.

—Claro, olvidé que los hermanos Walter son los únicos que pelean por chicas. Sólo fue un beso Jasmine.

—Oh, ese asunto del mes pasado fue tan grande, todavía no puedo creer que Jackie se fuera de Colorado.

—Nisiquiera hablaste con ella.

—Quería pedirle consejos de moda, Janne.

—Como sí. —Rodeé los ojos.

Karma | Isaac García Donde viven las historias. Descúbrelo ahora