Los días miércoles en mi opinión eran los más pesados, teníamos dos horas de química, por supuesto no era una materia que me desagradara pero la maestra no lo hacía tan fácil.
—Muy bien, haremos parejas para esta actividad. —La maestra entró por la puerta diciendo aquello.— Y hoy, dejaré que las hagan por afinidad.
—Hola, ¿tienes pareja? —Isaac se sentó junto a mi.
—No aún.
—Genial —Tan pronto como dijo aquello dejó caer su libreta en la mesa y se acomodó en el asiento.—Ahora la tienes.
—¿Sabes al menos que haremos?
—Briggins —Vaya, al menos sabía mi apellido—No se que idea tienes sobre mi, pero, pese a lo que pienses, me va bien en la escuela.
—¿Sabes mi apellido? —pregunté entrecerrando los ojos.
—Claro, ¿porqué no? hice toda una investigación sobre ti. —Me guiñó el ojo.
—Investigación sobre mi, si claro... —susurré.
—¿Dijiste algo? —Dijo mientras miraba la actividad planeada en su libro.
Contuve mis palabras, necesitaba obtener la nota máxima sin pelearme con mi compañero de equipo.
A pesar de lo que creí, Isaac tenía bastante buena mano para las actividades como esta, la profesora incluso nos felicitó por el trabajo.Al terminar la clase me dirigí a los baños, pensé que sería fácil quitarme a Isaac García de encima, pero este me siguió durante todo el trayecto, como una sanguijuela.
—Oye, Briggins. —Me llamó el pelinegro a mi lado
—¿Quieres dejar de llamarme por mi apellido? —Susurré mientras sentía como las miradas de la gente estaban sobre nosotros.
—Bien, Janne, ¿sabes qué? En realidad me gusta tu apellido.
—No tiene nada de increíble, pero si así lo prefieres, olvídalo. A todo esto, no entiendo tu afán por seguirme y hablar conmigo, —me detuve frente a los baños— llevamos al menos 6 años conviviendo en la misma escuela y he estado en tu clase por al menos 2 años, ¿a qué viene todo esto de repente?
—Mira yo- —Antes de siquiera escuchar lo que tenía para decir entre al baño.
—Hola Briggins. —Me saludó aquella rubia mientras se aplicaba su labial mate rojo -¿qué era esto? ¿mean girls?- como sea Samantha parecía una chica sacada de esas típicas películas adolescentes.
—Lo que me faltaba. —Susurré.
—Escucha, tenemos una amistad, no quiero que eso termine por lo que sucedió con tu hermano.
—¿Amistad? —Me reí. —Jamás sería amiga tuya, créeme, soy mucho más que eso.
—¿Cuál es tú problema? —Me miró enojada, muy enojada— Está bien, es asunto tuyo si no quieres arreglar las cosas entre nosotras, pero sabes que no te la pondré fácil.
Odiaba admitirlo pero Samantha era una de las mejores intérpretes en teatro, le iba bien en la escuela e incluso era buena porrista, de todas esas actividades extras, siempre había competido conmigo para obtener los protagónicos y -casi- siempre ganaba, quizás era realmente buena, quizás tenía carisma -no en realidad- o quizás simplemente tenía suerte. Me daba batalla, lo admito.
—¿Difícil en qué? Sabes bien que cada cosa que consigues es por tu madre. —No era verdad ¿Probablemente? —Y si mi hermano alguna vez te miró fue porque le insististe tanto que se cansó de ti. —Jonas probablemente estaba en un rincón llorando por ella, alguien tenía que rescatar su pobre dignidad.
—¿Qué has dicho? —Me dio un empujón con su palma derecha y no tardé mucho en golpear mi espalda contra la puerta del cubículo detrás mío.
—Quizás esto te ayude a reflexionar el porque nunca te deberías meter conmigo —Mis -debo recocerlo- buenos reflejos impidieron que la palma de su mano se estampara contra mi cara.
Tan pronto como pudo se soltó de mi agarre y la otra mano fue directo a mi cabello. Dolía tanto cómo si me estuvieran arrancando un brazo, sentía que me iba a quedar sin un pelo, si después de esto se me caía el cabello, me raparía. Traté de separarla de mi con ambas manos pero eso no resultó, si no puedes con tu enemigo... ¿cómo era?.
—¡Suelt- a- me! —Con mi mano derecha le di un jalón a su cabello que la hizo gritar de dolor y logré que su agarre sobre mi cabello disminuyera.
El tiempo pasó rápido entre forcejos, gritos, empujes y jalones de cabello, pero cuando lo noté teníamos espectadores en la puerta y dentro del baño. Algunos gritaban mi nombre ¿Fans? como sea, incluso visualice a Isaac en la puerta, tenía una sonrisa en la cara, oh, estaba disfrutando mucho de esto.
El alma salió de mi cuerpo cuando vi a mi hermano entrar al baño.
—¿Janne? ¿Qué diablos-? —Gritó Jonas. —¡Vamos! esto no es un espectáculo, tú —señaló a Isaac— ayúdame a separarlas.
No estoy muy segura del cómo pero ahora Jonas tenía envuelta a Samantha alrededor de sus brazos, misma que luchaba por librarse de su agarre.
—Oye Isaac, ¿quieres soltarme? —pregunté molesta.
—¿No vas a ir a golpearla cierto? —Negué ante su pregunta.
—Escucha, yo ni siquiera comencé la pelea, ¿crees que soy un maldito simio? —respondí molesta.
—¡Ustedes cuatro! —Cerré los ojos dándome cuenta de la magnitud del asunto.
—Mierda. —susurré.
—¡A la dirección! —Aquella voz hizo que los estudiantes a nuestro alrededor se dispersaran y emprendieran su camino a los salones.
—¿Estás bien Sam? —Escuche la voz de Jonas y eso hizo que me enojara y quisiera golpearlo a él también, por idiota.
Antes de que pudiese girarme, tenía al tonto de Isaac parado a un lado mío.
—Fue increíble. —me dijo.
—Como sí. —contesté con enojo.
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Karma | Isaac García
Fanfiction"Yo lo llamo karma, pero puedes verlo como venganza" Isaac tiene un objetivo y es buscar venganza. Hubo un verano en el que tuvo una relación con la chica de la que tanto tiempo había estado enamorado, pero eso terminó mal. Al principio se relaciona...