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Nos pusimos de pie y dije que iría algunos pasos delante de ellas, como para que él no pensara que estábamos en camino sólo para darle un golpe o burlarnos de él (algo que definitivamente no haría).
Aunque, ese obviamente no era mi plan, a menos que se negara a acompañarme luego de clase.

Estuve a punto de saludarlo pero Eileen se adelantó a hacerlo y, aunque realmente no me lo esperaba, supongo que era un buen comienzo.

—Taemin yo... —empecé a balbucear.

—Oye, ¿crees que podamos acompañarte hoy? —Eileen soltó todo eso que yo quise decir.

Él aceptó sin ningún problema. Noté que se sentía incómodo y no era solo porque tres chicas estaban almorzando junto a él, sino también, porque había un buen grupo de chicos mirando hacia nosotros.

—Y bien —intenté romper el silencio— además de cantar, porque te oí cantar. ¿Haces alguna otra cosa?

—Sí, de hecho me encanta bailar.

—¿Bailar? A mí me encanta el baile desde muy pequeña, aunque claro, no lo demuestro frente a alguien porque siento vergüenza.

Para ese momento la conversación entre nosotros se volvió cada vez más larga de lo que esperaba. Él sonreía, y mucho.
Yoona y Eileen me miraban sorprendidas mientras Taemin y yo seguíamos hablando de mil cosas más, tal vez algunas sin importancia y otras en verdad interesantes.

Tal vez, la gente tiene una idea equivocada con respecto a él, y la verdad es porque no lo conoce.
De hecho, tampoco lo conozco pero, esta conversación me ha mostrado un lado de él que ni si quiera yo podría haber imaginado. Además, era la primera vez que lo veía sonreír y eso es algo maravilloso para alguien que ha empezado mal las cosas en la escuela, como yo.

Cuando la hora del almuerzo terminó, tanto Yoona como Eileen se fueron rápido para su clase y supongo que yo también debería haber hecho lo mismo pero, aún tengo algo pendiente .

—Taemin, ¿tienes tiempo libre después de clase?

—Sí, claro.

—Genial, necesito que me acompañes a un lugar. Te espero frente al gimnasio.

—Per...

—No, no digas nada. Ya quedamos y no puedes faltar. Bien, me voy a clase.

Di media vuelta hacia los pasillos antes de que él pudiera decir o preguntar algo más.
Claro que le diría hacia dónde vamos en cuanto nos encontremos, pero por ahora no.

[...]

Luego de clase fui a esperarlo justo en donde había quedado. Pasaron cinco, diez, quince minutos, y él no llegaba.
Llegué a pensar que no vendría; sé que debí esperar su respuesta antes de seguir aquí como tonta.
La verdad no entiendo por qué razón sigo esperando aún.

—¿En verdad eres capaz de esperar tanto tiempo?, me sorprendes —dijo él llegando por fin— me cuestioné muchas veces si lo que decías podría ser real o tal vez, solo habría sido una broma de tu parte.

—Al menos llegaste, ¿no es así?

—Pues sí, aquí me tienes —sonrió— y... ¿hacia dónde iremos?

—Te lo diré en cuanto tengamos un pie fuera del campus, de ese modo no podrías escapar —sonreí— pero tranquilo, todo va a estar bien.

—Entonces supongo que puedo confiar en ti.

—No tienes opción.

Por favor, enamórate de mí | Taemin y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora