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(__)

Es sábado por la mañana. Todos, sin excepción alguna, teníamos la libertad de irnos del campus a visitar a sus familias si así lo querían.
Nostros ya teníamos planeado salir en grupo. Pero los dos genios que idearon esto primero se estaban tardando una eternidad en salir de sus cuartos.
Ni siquiera podía entrar a gritarles que se apresuren, estaba prohibido que una damita, como nos llamaba formalmente el director, entrara.

Ni modo, habría que esperar su santa voluntad mientras Yoona y yo nos bronceábamos —Nótese la ironía.

—¡Estamos listos! —dijo Taemin saliendo por fin— ¿Esperaron mucho?

Si por mucho se refiere a casi una hora, pues entonces, sí.

—No, para nada —sonreí sarcásticamente— a penas si hemos llegado, incluso me tomé la molestia de broncearme naturalmente.

—Eso es genial, pero no hacía falta. Puedes broncearte cuando lleguemos
—sonrió.

No sé si eso fue sarcasmo, o si de verdad es lo bastante tonto como para no entender que lo que estaba diciendo en realidad no era lo que decía en sí.
La verdad, ya ni yo me entiendo; me enredo con mis propios pensamientos de solo analizarlos.

—¿Y por qué traen tanta cosa? No es como si nunca fuéramos a volver al campus.

—Yoona...

—¿Qué?

—Olvídalo, no es nada.

Parece que lo que le dije hace un momento se quedó en el aire.

—En realidad, son algunas cosas que hemos comprado para la abuela de Taemin. Verás, nosotros sólo vamos a su casa una vez al año.

—¿Una vez al año?, ¿Quién es tan cruel de visitar a su abuela una vez en todo el año? —interrumpí.

—A lo que Minho se refiere, es que sólo vamos juntos a pasar unos días con ella una vez al año. Las demás veces voy solo acompañado de mis padres. Pero, con Minho es sólo una vez al año, ya que... es una larga historia. Además, mi abuela le tiene mucho cariño y lo conoce tanto como me conoce a mí. Estoy seguro de que ustedes también van a agradarle.

—Ah, ya... ya entiendo —sonreí con la expresión más tonta que pudiera haber tenido.

—Tal vez deberías retractarte de lo de hace un rato, (__) —susurró Yoona.

—Tienes razón. Lo siento... pero ya deja de recordármelo.

Ella sólo se rió de mí.
Tal vez ellos sí tenían razones para tardarse un poco, después de todo, eran los regalos lo que hacía parecer que ellos llevaban cosas innecesarias. Algo así como peor que las cosas que lleva una chica.

[...]

Tan pronto como subimos al autobús, me quedé dormida. Por suerte estaba del lado de la ventana como para poder apoyar mi cabeza antes de balancearla de un lado a otro y terminar dándole un completo cabezazo a quien sea quien fuera que estuviera sentado a mi lado.
A mi lado...

Como sea, estaba teniendo un sueño de esos del que desearía que fuera realidad o del que no quisieras que te despertasen.
Soñaba que Baekhyun y yo estábamos juntos, felizmente juntos. Lo cual es algo imposible en la vida real.
Pero esta vez, él ya no era amigo de Chanyeol, porque de alguna manera yo... ¿le gustaba a chanyeol?

Entonces, cuando estábamos sólos Baekhyun y yo, a punto de besarnos, Chanyeol abrió de golpe la puerta y...
S

entí que mi cabeza se golpeó duro con algo y cayó en algo cómodo.


"Eso debió doler".

Escuché decir de alguien. Era una voz masculina.

"Espero que estés cómoda ahora".

Siendo sincera, estaba cómoda. Pero esa voz no era muy familiar, además, Yoona no hace voz masculina aunque lo intente mil veces.

Reaccioné.

—¡¿Pero, qué?!

Me sorprendí al ver que se trataba de Minho.

—¿Por qué estás aquí? Digo, no esperé que el señor que estaba aquí se fuera tan rápido, o sea sí, pero no.
Pensé que Yoona estaría aquí luego. Por cierto... ¿dónde está ella?

—Haces muchas preguntas —sonrió—Yoona está sentada aquí atrás, del lado contario, claro. Ese asiento se vaceó primero así que, le cedimos el asiento. Taemin está a unos asientos delante de nosotros, así que fui el último en hallar un asiento.

—Ya veo, lo siento.

—No te preocupes. En lugar de eso puedes seguir descansado si quieres, pero no coloques tu cabeza en el marco. Ya vez que te diste un buen golpe.

—Ni lo imaginas. Aún así gracias pero, creo que estaré mejor, despierta.

—Aún falta para llegar, sabes. Ya, ven aquí, sé que aún tienes sueño —dió golpecitos a su hombro.

—Pero...

Sin decir nada, él sólo tomó de mi cabeza suavemente y la colocó en su hombro.

—No tienes por qué sentirte incómoda. Después de todo, somos amigos, ¿No es así?

—Sí.

—Bien, es bueno oír eso. Descansa un poco.

Me pregunto si en realidad eso es bueno.
No es que me sienta incómoda por uno u otro detalle.

La verdad... no creo que un amigo trate a su amiga de esa forma tan amable y poco usual.

No estoy teniendo ideas precipitadas, tampoco digo que las cosas no son o deberían ser de un modo.
He tenido muchos amigos, pero nunca tan cercanos como Taemin o Minho al mismo tiempo.

Por favor, enamórate de mí | Taemin y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora