014

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Baekhyun

Desde que llegué a esta escuela tuve la seguridad de que yo sería el chico popular, aquel por el que todas las chicas ahelarían estar sin importar que las dejara de lado al día siguiente o que no les prestara importancia.

No, no he tenido novia alguna. Normalmente en estos tiempos, niños de 10, 11 o 12 años ya tienen o han tenido alguna novia en algún momento. Esa para mí no ha sido una de mis prioridades, pues no hace falta tener una novia si todas las chicas tienen los ojos puestos en ti en cada momento o lugar al que vayas.

Las primeras semanas han sido un éxito y  algunos muchachos me miraron con odio al principio pero luego se rindieron.
Estuve pensando... sería bueno, tal vez, integrar el equipo de fútbol de la escuela o algo que resulte interesante.
La música ha sido una de mis pasiones y mi voz es mi fuerte; puede que eso sea de gran ayuda ya que es un don pero creo que no resulta interesante.
Pensaría eso luego, porque de todos modos, no soy del todo bueno en el área del deporte.

Hoy, mientras pasaba por mis libros con Chanyeol, vi un montón de chicas rodeando al que solían llamar no hace mucho tiempo, "el chico raro".
Fui invisible en ese momento, me enojé porque a pesar de mis intentos fallidos por llamar la atención en ese preciso momento, ellas ni siquiera volteaban.

Pasé de largo, puede que tal vez ésa sea su emoción del momento. Quizá ya se les pasaría en unas horas o en todo el día.

[...]

(__)

Estaba literalmente sentada como una tonta. Aún faltaban 10 minutos para clase, 10 minutos que se hacían cada vez más eternos.

¿Qué debería hacer?
Había escuchado antes que si no cuentas los minutos a cada momento y pierdes la noción del tiempo pensando en otras cosas, el tiempo se irá tan rápido que ni siquiera lo notarás. Estoy intentando pensar en algo que abarque total o parcialmente mi mente justo ahora pero, me resulta imposible encontrar algo más interesante que Baekhyun.

"Eres una tonta Snowball" —escuché decir. Era obvio que la única persona que me llamaba de esa manera tan patética era Taemin— "te dije que aún faltaba para clases, ¿no quieres ir a comer alguna cosa?"

Tenía ganas de comer una gran barra de chocolate, pero no ahora, no con él.

—Tomaré tu silencio como un no. Pero... sabes qué, te acompañaré mientras llegan las personas que tienen clases aquí.

—Taemin no, esta bien de este modo. Lo que trato de decir es que quiero estar sola justo ahora, y es difícil pensar en alguna cosa, incluso en algo mínimamente tonto porque tu séquito de chicas están por todos lados ahora haciendo ruido. Me entiendes, ¿verdad?

—Lo siento. Me iré entonces.

—Oye, eh... ¿te parece si salimos de compras al final de clase? —solté al notar que se sintió mal por lo que había dicho antes.

—De acuerdo.

—Y ya deja de llamarme Snowball, en verdad... en verdad suena un poco extraño —reí.

—¿Qué te parece Bunny entonces?

—Ese me gusta —sonreí— supongo que ya lo habías pensado antes, ya sabes,  por lo rápido que lo cambiaste.

—No imaginas cuánto —me dedicó una sonrisa— Te veré luego.

Una vez que se fue, sin haberlo pensado, los diez minutos se habían ido como si nada.
Lo vi pasar de pronto, ahí estaba él, caminando en frente de todos con un porte elegante y su perfecto rostro.
E

ra increíble que ni siquiera me notara, siendo yo la torpe chica a la que no dejaba de sermonear junto a los casilleros.
Ante él, una chica como yo era invisible a pesar de todos mis esfuerzos por hacerme notar.
Yoona dijo que ser algo que no soy sólo por llamar la atención de un estúpido chico que nunca voltea a mirarme una segunda vez, era totalmente patético.

No digo que no tenga razón, sino que yo no he cambiado para nada en lo que solía ser a lo que soy ahora.

Soy como toda chica cuando ve a su crush de la escuela; cuando de repente lo tienes en frente sólo dices tonterías y el momento torpe es algo no intencional, porque de hecho, haces cosas que en verdad no querías o lo que planeabas no te sale exactamente igual a como lo pensaste antes de verlo.
Pero no pierdo mis esperanzas, estoy segura que él un día me notará, está escrito en el destino... un destino planteado por mi imaginación; por lo tanto, irreal.

Soy feliz al menos con verlo y estar a un asiento cerca de él en cada clase. Porque, en el medio siempre estaba el poste andante de Park Chanyeol, lo odio.

—¿Qué tanto me ves, te gusto acaso?
—hablando del rey de roma, el baboso habló enojado.

—Gustarme, ¿tú a mí? No me hagas reír. Alguien como tú está lejos de ser mi tipo.

—No sabes ni de lo que hablas, ¿te has visto antes a un espejo para decirme si soy o no el tipo indicado?

—No hace falta mirarme para saberlo
—bufé.

—Entonces... ¿Incluso crees que puedes ser el tipo de chica indicada para mi amigo? —señaló a Baekhyun— si es ése el caso, déjame decirte que alucinas querida.

—Yo...

—¿Te quedaste sin palabras nena? —se burló— no creas que no me doy cuenta de nada. Eres tan obvia en todo que a veces me das vergüenza ajena.

—Eres un maldito id...

Mi frase no se completó, por suerte, porque el maestro estaba justo por entrar.
Ese maldito tonto se las verá conmigo. No pienso dejar así las cosas.

Yoona, supongo que ella ha tenido razón en esto pero no quiero reconocerlo.

Justo ahora, lo único que deseo es que la tierra me trague por completo hasta que tenga una idea de solución a esto.

Por favor, enamórate de mí | Taemin y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora