029

1.1K 101 14
                                    

Aquella tarde, mi primera cita con la persona que me realmente me gusta.
Esto, todo en sí, parecía ser parte de un sueño del cual no deseo despertar.

Nuestro paseo en el parque, algunas compras en el centro comercial, su sonrisa, las veces que decidió tomar de mi mano, nuestra visita a una librería y unas hamburguesas de cena, si es que podría serlo.
Y el mágico instante en el que me pidió ser su novia.
En fin, todos esos son momentos que nunca voy a olvidar.
Desperté con la expresión más tonta que he tenido en mi vida, según Yoona.
Era inevitable no ponerla cada vez que pensaba en Baekhyun.
Cuando pensaba en él, todo se esfumaba a mi alrededor, incluso los malos ratos que aún sigo pasando con Taemin.

Si bien aún extraño a mi amigo, no creo que todo vuelva a ser lo que era antes. Por lo que trato de olvidarlo ahora, sin importar que él siga diciendo o cuantas veces lleguemos a cruzarnos en el camino.

Hoy es de esos días tan normales, lleno de alboroto de estudiantes por los pasillos.
Si no fuera por Baekhyun, mi ahora novio; estaría sola entre todas estas personas, pisoteada y empujada por todos lados.
Es agradable pasar cada momento que se pueda con él. No importa cuánto pase, con verlo sonreír soy feliz de algún modo.

Mientras ayudaba a cargar los libros de Baekhyun, Eileen se cruzó con nosotros.
La saludé sin esperanza a que me respondiera, pero ella sí respondió esta vez a mi saludo.
Tal vez las ideas equivocadas que tenía sobre Taemin y yo por fin desaparecieron.
Pero eso es algo que no importa ya.

Los libros se me estaban haciendo cada vez más pesados, tenía los brazos ya entumecidos pero Baekhyun parecía estar en otro planeta porque no le daba mucha importancia a mis adoloridos brazos.
Vimos una fila ya formada cerca a la cafetería, al parecer Jessica daría una fiesta en su casa el fin de semana.
No todos los de la fila recibían invitación.
Para los que tenían una, era un gran honor haber sido invitados por lo que faltar sería una gran falta de respeto y, para los que no recibían una, no les quedaba de otra que pretender que no les importaba en lo absoluto una insignificante fiesta.
Pero en el fondo ellos deseaban tanto ser invitados. Después de todo, Jessica es la chica popular, ella es la chica bonita.
Yo siempre he creído lo contrario, tal vez porque me enojé desde el primer día que la vi cerca de Baekhyun.
Aun así, fui invitada a su fiesta, ¡que honor! —Nótese mi sarcasmo.

La verdad planeaba no asistir, pero a Baekhyun le entusiasmaba mucho que vayamos juntos a esa tonta fiesta.
No podía decirle que no después de que me rogó tanto.
Aunque debería haberme negado ya que ni siquiera me ayudó a cargar un solo libro.
La verdad, tampoco me daba buena espina la idea de ir.

Me separé de él para entrar a clases.
Noté en seguida que el sitio al lado mío estaba vacío. Chanyeol no estaba, lo extraño en esto es que él nunca faltaba.
Pero tampoco es como si me preocupara, solo es extraño y ya.
Continué sin prestarle más atención al caso, las clases siguieron su curso como siempre, tareas, trabajos en grupo fueron dejados para el final. Hasta que por fin tuvimos un momento libre para salir.

Me dirigí al baño el cual estaba lleno de chicas mirándose al espejo y arreglándose una infinidad de veces el cabello para que al final terminaran dejándolo tal y como estaba al inicio.
Después de tanto esperar por fin tuve un espacio para mí en ese espejo.
No me importaba mi cabello, después de todo siempre ha sido un caso, era mejor dejarlo como estaba o todo empeoraría.

Tendría clase de música luego del almuerzo. Clase en la que por cierto, estaba Taemin.
Cada día a su lado se llenaba cada vez más de tensión e incomodidad para mí.
Estaba considerando en estos días el cambiar de clase o sección, pero eso sería cobarde.
Una parte de mí aún tenía fuerza para afrontar cada situación habida y por haber con ese tonto al que aún considero mi amigo.
Por si fuera poco él y yo terminamos cruzándonos mientras me dirigía a devolverle su cuaderno a Yoona, quien al parecer lo metió en mi mochila por error.
Seguí mi camino.
Esperaba que no dijera nada, esperaba que ni siquiera me haya notado al pasar a su lado.

"Detente", dijo de pronto.

Fue para mí, ya lo creo.
Me detuve, mas no giré a verlo. Quería asegurarme si era a mí a quien detuvo en medio camino o si fue un error mío el creer que soy la única persona a la que él fastidia tantas veces quiera.

Oí sus pasos claramente acercándose cada vez más. No sabía que hacer, tal vez salir corriendo sea una mejor idea que quedarse parada como una tonta.

"Oh, aquí estás Carmelo".

Era Minho y sus cada vez más extraños modos de llamarme.
Pareció que notó que estaba en aprietos y sin decir más de sus ocurrencias, se acercó a mí con esa sonrisa suya tan bonita que tiene y me llevó con él.

—Eres un caso, (__).

—Dime si tu no lo eres también
—sonreí.

—¿Por qué lo dices?

—Porque algo me dice que te gusta Yoona pero, aún así, tú sigues defendiéndome y salvándome de cada cosa que involucre a Taemin.

—Qu-Que cosas dices, enana. Tienes una imaginación sorprendente.

—Hay no mientas, lo noté aquel día cuando te incomodaba tanto el hecho de que ella no paraba de hablar de los guapos chicos del 3A y del primo universitario que tanto quería conocer.

—Ya no lo digas más.

—¿Entonces lo admites?

—De acuerdo, lo admito. Pero que ni se te ocurra decir algo.

—No lo haré. Confía en mí —levanté mi mano derecha— por cierto, gracias.

—No tienes que. No soy el único que cree que el tonto Taemin debe dejar de actuar como un bárbaro idiota.

Asentí.

—Bueno, que te parece si comemos algo antes de volver a las clases.

—¡Buena idea!

Por favor, enamórate de mí | Taemin y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora