Hogar de Dos | 30 días de OTP [Editado]

Capítulo 20.

Blard observaba sin mucho interés la conversación que se daba a cabo en la sala de estar, ahí estaba Geno, Ink y Error, la pareja había decidido visitarlos para saber cómo estaban, no obstante se habían quedado hablando de un tema que era por completo ajeno a la vida de Blard, que era antes que él llegara a la ciudad, los cambios, cada momento inolvidable. No obstante, no le molestaba, le gustaba saber que el albino compartía buenos recuerdos y no todo era la nube gris del accidente en el campo.  

Ya había dejado de verlos, concentrándose en ir a la cocina a preparar algunos bocadillos, no quería parecer un cotilla escuchando todo lo que hablaban, era meterse más de lo necesario en sus vidas, además que el azabache le miraba despectivo cada vez que intercambiaban miradas, Blard sabía a qué se debía esto, en el día que le pidió ser pareja de Geno, había avisado de este tema anteriormente al moreno, ya por las primeras impresiones podía deducir que si se enteraba el choque sería peor, ya conocía que Error era un hermano celoso.

Y ahora que sabía que Error había sido quien se resbaló en aquel cerro, su relación fraternal en vez de hacerse débil, se fortaleció por la preocupación, haciendo que sea difícil aceptar que cualquier persona se acercara al de bufanda pero de forma posesiva, sabía que no podía estar siempre encima, ellos merecían momentos en familia. Siempre se acordaba de su situación con Stave, cuando se enteró de parte del rubio que había un lazo distinto con otro chico fue devastador en su interior, se estaba dando cuenta que su familiar tan íntimo ya estaba teniendo sus propios intereses, ya no iba a contar siempre con su hermano mayor cuando quisiera salir, ya estaba lejos cuando se iba a la universidad, tantas cosas sucedían y siempre quería estar pendiente como sus madres.

Tardó en darse cuenta que su hermanito ya había crecido, ya era independiente, y como también existe este pensamiento del mayor, también existía en el menor, ya no habría con quien protegerse, no podría ser consolado o solo acompañar sin tener que ser sorprendido de que está ocupado con su pareja, simplemente la similitud de situaciones era idéntica.

Una vez preparados los pequeños bocadillos, se acercó a los tres, Ink estaba riendo como idiota mientras Error le regañaba, Geno estaba bastante sonrojado. solo algunas ideas se le vinieron a la mente al mayor, teniendo la curiosidad de por qué su pareja estaba avergonzada.

— Tomad.

Solo los hermanos le dedicaron miradas al castaño, una rencorosa y otra esperanzadora, Geno se levantó rápidamente para ponerse a su lado, el de pupilas bicolores todavía seguía carcajeándose.

— Ya volvemos.

Blard le miró buscando respuestas mientras se dejaba llevar, yendo a la cocina donde Geno se cubrió el rostro con ambas manos, el de lunares alzó una ceja.

— ¿De qué me perdí?

— Quiero golpear a Ink... Solo quiero relajarme acá contigo.

— ¿Dijo algo fuera de lugar?

— Dijo algo muy fuera de lugar. —Corrigió, gruñendo al suspirar.

El mayor se sonrió, ya estaba claro de qué ámbito Ink preguntó, intimidad. Le parecía muy adorable verlo así, y a pesar que llevaban casi ocho meses juntos, realmente no habían tenido más que besos profundos que no duraban mucho por respeto a Geno, y no se sentía mal por ello, iba a esperar cuanto necesitara su amado para avanzar pasos, así era. Blard le acarició la mejilla, sintiendo el ardor que se mezclaba de vergüenza y molestia en el rostro del albino.

— Ya está bien. Seguramente no es primera vez que hace esas acotaciones. —Se encogió de hombros— Tampoco la última. Tú has vivido con él, lo conoces más.