Capítulo 6

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Blard estaba sentado en una de las bancas de interior observando como su compañero de cuarto se colocaba unos preciosos patines que él mismo alquiló para la comodidad de su amigo, había costado convencerlo para que visitaran el patinaje sobre hielo pero sabía que valdría la pena estar ahí y disfrutar que el lugar no estaba tan lleno como otros días.

— Se te ven bien. —Halagó el castaño observando divertido como el albino se afirmaba de la baranda para no caerse con los patines, sus piernas temblaban.

— E-Es fácil decirlo, ¿Por qué estamos acá? Ni siquiera sabemos patinar.

Geno abultó sus labios, sin dedicar su mirada al mayor, Blard comprendía el mal humor que tenía, no estaba feliz de haber sido mentido por Stave, y más que tal noticia haya sido un secreto ante sus ojos.

El día que habían vuelto de la fiesta de cumpleaños, Geno tuvo la curiosidad al ver que el correo había llegado, una vez dentro de la casa pudo distinguir las letras doradas marcadas en el fino papel; era una invitación a la boda de Stave y Outer dentro de dos semanas. Tal noticia había sido impactante para él y había buscado explicaciones por parte de Blard, quien sabía sobre esto pero no le contó nada al respecto.

El albino creía que su amigo estaba fuera del país, efectivamente era así y días antes de la boda volverían para casarse, era una ceremonia que querían hacerlo en familia pero se le habían atrasado los planes y papeles; apenas recién las invitaciones habían llegado. Sin embargo Geno seguía reacio a perdonar que le hayan ocultado algo tan importante como la unión de ambos, y Blard en gesto de perdón lo había invitado a patinar sobre hielo, tras muchas insistencias Geno aceptó, aún cáustico.

Blard se levantó ya con los patines puestos, y caminó al principio con dificultad hasta llegar con más empeño hasta al lado del menor y tomar de su mano para darle mayor equilibrio y sostén mientras lo guiaba hasta la pista. El de bufanda estaba muy nervioso, y pese estar molesto no podía evitar afirmarse del brazo del mayor, provocando que éste se riera un poco.

— Podemos aprender. —Le dio un suave empujón con el brazo que tenía tomado, Geno franqueó los brazos buscando el equilibrio al ser soltado, empero Blard volvió atraparlo con la mano— Los dos.

— Te gusta verme sufrir. —Masculló Geno, ganando otra risa impropia.

— Me gusta que pruebes cosas nuevas. Aún tenga que usar excusas para conducirte a estas.

Y no bromeaba, varias actividades que habían hecho, como haberlo llevado al campo habían sido bajo mentiras o razones ajenas a la realidad, pero seguía siendo porque de otra forma Geno no aceptaría. A veces la insistencia no era el mejor método, era gustoso tener una sonrisa al final de la jornada para saber que sus travesuras sí tuvieron frutos, el disfrute de su amigo.

Geno sintió las mejillas hervir sutilmente, y tuvo que apartar la mirada mientras se dejaba guiar por la pista, mirando los pies de ambos para imitar al mayor, quien había aprendido rápido a movilizarse, el menor era quien tenía que afirmarse bien para no caer cada vez que perdía el equilibrio. Pronto, a los minutos ambos ya tenían la plena confianza de avanzar sin agarrarse del brazo, era un avance que para Geno era suficiente para tomar un descanso.

Blard quedó entonces solo en la pista, pero Geno lo miraba expectante en la banca mientras comía un bocadillo de los que habían traído; sabía que el más alto no era un total profesional pero le llamaba la atención de la habilidad con la que podía aprender con solo la práctica. Su cabello desordenado oscilaba por la corriente de aire que su movimiento producía, y no podía quitar sus ojos de encima, se veía bien meciéndose con una sonrisa segura y afable.

Mas no pudo seguir admirando al mayor cuando en un movimiento en falso Blard se resbaló y cayó de espaldas, asustando principalmente a Geno, parándose de inmediato sin importar que seguía con los patines puestos. Se asomó por el barandal que separaba la pista del suelo de madera para ver al mayor sentado sobándose la cabeza.

— ¡Blard! ¿Estás bien?

Preocupado, Geno pasó sobre la baranda con un salto torpe, cayendo posteriormente, no obstante su caída fue suave, debido a que Blard había reaccionado para tirar de su brazo y hacer que su aterrizaje se desviara hasta él, siendo quien amortiguó el golpe a costa de más dolor.

— Estoy bien. —Geno avergonzado de lo ridículo que fue su intento de ayuda se arrodilló a su lado, sobando su brazo— ¿Tiré tu brazo muy fuerte? Lo siento.

— No... Descuida, Me alegra que estés bien. Pero ten más cuidado para la próxima.

— Lo tendré. —Rió, levantándose, y extendió la mano al contrario— ¿Seguimos patinando?

Geno observó al mayor con un gesto dudoso, no quería volverse a caer pero de todas las veces que estuvo a punto de, él lo aseguraba entre sus brazos para evitar cualquier catástrofe, no estaba haciendo esto solo, y tenía que agradecerle, además, fue un buen gesto el de invitarlo cuando el de bufanda fue quien actuó como un niño.

Tomó su mano, siendo alzado y esta vez Blard no soltó sus falanges para andar por la pista juntos y poder disfrutar un momento más antes que cerraran del lugar. Entretanto la mente de ambos coincidía en varias cosas, como el evento que se acercaba frente sus narices, el casamiento de Stave era impactante, y como amigo cercano sabía que sería otra persona que se alejaría de él por su nueva vida. Sospechaba que Blard tenía la misma sensación, estarían dejando a alguien irse por su propia cuenta, melancólicos del antaño cuando pareciera que todos permanecerían juntos por siempre.

¿Blard también se alejaría de su vida tarde o temprano? Siempre era igual, pero no era momento de entristecerse, era momento de disfrutar el tiempo juntos.

Hogar de Dos | 30 días de OTP [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora