14° Muérete

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En mi departamento, las luces solamente me demuestran lo solo que estoy.

Solo…
No está Jongjin para preparar la cena o ver televisión. Tampoco puedo tener conmigo a Thom, mucho menos puedo irme a casa de mis padres.
Podría llamarle a Heechul pero dudo que esté libre siendo sábado por la noche y teniendo como anécdota del día lo ocurrido con cabellos de plata.

Me recuesto en el sofá ya con la pijama puesta, mirando por la ventana hacia la carretera, las luces de la ciudad iluminan todo el ligero rojizo del atardecer lejano me hace soltar un suspiro.

Soy un estúpido, casi asesinan a Jiyong y ni siquiera fui capaz de abrir la boca por defenderlo. Todo se lo debo a Cho.

El teléfono suena de repente haciendo que pegue un brinco.
Levanto la bocina y escucho varios susurros, como si estuvieran peleando o algo así. De seguro son mis padres...

— ¿Hola? — Cuestiono bastante confundido.

— Ah, ¿Hola?— La voz masculina y fuerte me da un escalofrío y me hace sonreír como tonto.— JongHoon. Hay alguien que quiere hablar contigo.  — El tono es inconfundible, pero aún así pregunto.

— ¿Eres Kyuhyun? — Sin poder evitarlo mi voz suena sorprendida, y sonrío ampliamente.

— Sí, bueno…

Escucho un par de discusiones más y como le arrebatan el teléfono.

— Hola corazón. — Suena una vocecita dulce.

— ¿Hola?

— Soy la madre de Kyuhyun.

— ¡Señora! — Exclamo.— qué alegría oírla.

— Kyuhyun me trajo flores, ropa y un perfume por mi cumpleaños. Pero le pedí de regalo algo más…

Un extraño sentimiento de emoción me invade totalmente, mis latidos se hacen frenéticos.

— ¿A que se refiere?

— Yo… Tengo muchas ganas de verte. — Suena tan enternecida— Quiero que platiquemos... Aún sabés la dirección.

Cierro los ojos con decepción. Por mucho que ella me caiga de fábula, no puedo.
Sería perder demasiado orgullo en un día.

— Se lo agradezco muchísimo. Y lamento decirle, que tendrá que ser en otra ocasión.

— Como gustes, cariño. — Suena totalmente despreocupada. — ¿Pero por qué no ahora?

— Bueno, es un poco tarde y yo...

— Lo sé, lo sé. Pero tómalo como una visita a la madre de tu compañero de trabajo. Es más... ¡Ve por él Kyu! — Escucho que le ordena con un grito, me reprimo de echarme a reír.

¿Compañeros de trabajo?
¡Ese baboso arrastrado le contó todo!
¿Por qué sonrío como tonto, todavía?

— No es necesario, señora. — Le respondo amable.

— Demasiado tarde, ya va por ti, corazón.

¿QUÉ?

≈°•°•°•°•°≈

Los Cho son una mafia

Kyuhyun lleva puesta una graciosa pijama de dinosaurios naranjas, razón: Cuando llegó a mi departamento yo tenía puesta la pijama y en el arranque de su madre por querer verme en su cumpleaños ni siquiera me dejó cambiarme, y me trajo con la promesa de que él también andaría en pijama.

SOMOS - (KyuSung) EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora