4° Sin interés

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Me paralizo en ese momento
Quito la mirada de la hoja.

No, no.
Mi mente me lo grita mil veces, millones. y otras veces más.

No puede ser él.

Lentamente levantó la mirada hasta esa persona. Siento un nudo en la garganta, me arde el corazón y los ojos se me llenan de lágrimas… Pero con toda la fuerza que tengo logro contenerlas.

Es él.
Sólo él… No tú
Tú, nunca fuiste.

Paso saliva, con nervios. Un cúmulo recuerdos me bombardean la mente mientras está ahí, mirándome con una sonrisa de lado, tranquilo.
Las palabras de mis amigos me llegan de repente.

Nunca.
Nunca
Nunca, digas que no eres digno de alguien.

— ¿No te da gusto verme? — Extiende sus brazos y me sonríe.— Y ¿Qué demonios hiciste con tu cabello? Oh por dios... ¿Tienes un arete?

Parece realmente sorprendido. Acerca su mano hacia mi oreja y me alejo con una expresión notable de repelús.

— JongHoon. — Me llaman de repente

— Jefe. Eh… Yo… Estaba.

— Sí, ya me dijo algo tu amiguito. Hazme un favor y luego de que acabes necesito que me ayudes con los papeles del folder que te dí el martes.

— De inmediato. — Contesto con tono serio. lo tomo del brazo con fuerza y lo llevo hasta la puerta trasera de la tienda.

— Tranquilo, señor Kim. — Dice con tono burlón. Sonríe cínico, hipócrita. Ha subido de peso, no se ve tan delgado como antes. Su cabello tiene el mismo estilo. Casi no ha cambiado, sólo su voz suena diferente, más gruesa. Y ese hecho me hace sentir aún más molesto.

— ¡Cállate idiota!

Su sonrisa se borra de golpe y me mira con el ceño levemente fruncido.

— Qué bonito recibimiento..

— Cierra la boca, zoquete papanatas. ¿Qué haces aquí? ¿No tienes una empresa en Londres que debes atender?

— Francia...— Corrige sonriente.

— Lo que sea. responde.

— Quiero trabajo.— Dice con orgullo, acomodándose la corbata.

— Busca en otro lado.

— No. Todos son aburridos.

— Tu no necesitas este trabajo.

En verdad no creo que lo necesite, hay muchas personas que deben quererlo para algo importante. Él se supone que ya tiene uno.

— ¿Por qué no? Aquí hay cultura, tu jefe es de dinero, por lo que sé. Ah y lo mejor de todo, estás tú. — Camina al rededor mío, intentando intimidarme, pero no lo consigue. Le sostengo la mirada.

— ¿Yo? — Suelto una risita fingida.— Sólo quieres joderme la vida.

— No, pero cuando veo ese cambio tan drástico, quiero joderte de otra forma.— Se muerde el labio inferior, le expreso un completo gesto de asco.Ni en sus mejores sueños va estrenar al nuevo Kim JongHoon.

— Ni en tus sueños. — Se pone serio cuando le regreso la sonrisa cínica.

— JongHoon apurate. — Jhonny me indica con tono alto. — Contratalo o dile que se largue. Estamos ocupados.

— Ya oíste… Lárgate.

— No. — Afirma derecho. — Puedes aceptar que esté aquí, o seguir perdiendo el tiempo. Tu jefe se ve que no tolera a los empleados que lo hagan perder.

SOMOS - (KyuSung) EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora