24° Boda

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— Pero maaá.

Mamá se pone seria frente a mis berrinches. Sé que de nada sirven pero, fue doloroso llegar a mi tono de cabello y me lo quiere quitar.

— Tienes que hacerlo. — Puntualiza entre dientes. La señora Cho me toma con delicadeza del brazo.

— Cariño. Por favor.

— Pero, señora Cho, usted dijo que me veía guapo.

— Sí corazón pero...

— Pero es tu boda y tienes que verte decente. — Termina mi mamá extendiéndome la caja con tintura de cabello color negro.

Ciertamente, tiene lógica lo que dice. No quiero ser tan criticado por ir como si fuera cualquier ceremonia.

— Está bien.

°•°•°•°

¡Una semana!

Estoy muy emocionado y nervioso. Y más con la espera en el aeropuerto. ¡Por fin!

Ahora sólo debo esperar a mi lindo castaño.

— ¡Amor! — Gritan detrás de mi.

El corazón casi se me sale del pecho.

Porqué a pesar de las visitas, yo te seguía extrañando, cada mañana, tarde y noche, no es lo mismo sin ti.

— Kyu.— Lo abrazo fuerte, reparto mío besitos en su rostro y lo observo sonriente.— Bienvenido de nuevo. ¡Ay!— Suspiro— Te extrañé muchísimo.

Se inclina hacia mi rostro depositando un tierno y casto beso sobre mis labios, me acaricia el cabello y sonríe.

— Volviste al negro, te ves muy bien. Me encanta.

— Gracias, me convencieron. — Hago un puchero mientras me toma de la mano para caminar hacia la salida.

— ¿No te molesta qué la boda debe ser una semana después de tu llegada?

— Por mi está excelente. — Contesta alzándose de hombros.

— Minho me dijo que iría a tu casa a verte.

— Genial.

°•°•°•°

Mamá se fue de compras con papá, Marie y la señora Cho.

Dijo que debía fijarme en toques finales para la boda, creo que después de todo, siguen siendo las chicas las más detallistas, o por lo menos en este caso.

— Flores, adornos, el pastel… el banquete, música… ¿Quieres que agreguemos algo?

Kyuhyun de ha mantenido al margen de todo, únicamente fue con Minho a comprar su traje.

— No. Veo que mamá agregó cosas muy a mi estilo.

— De hecho, todo fue organizado por ellas.

— Valió la pena adelantar materias. — Dice pasando un brazo sobre mis hombros.

— ¿Puedes creerlo Kyu? En tres días seremos esposos.

— Sí. Sí lo creo y ansió tanto que pase… — Me besa la mejilla, en verdad está aquí, haciendo algo más, haciendo de lo imposible posible en mi en mi vida.

Este estúpido castaño, es mi vida.

°•°•°•°

— Kim JongHoon vamos diez minutos tarde. — Mamá me regaña, en cuanto salgo de mi antigua habitación, en su casa, me observa sigilosamente de arriba hacia abajo.

SOMOS - (KyuSung) EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora