SOMOS - (KyuSung) EN EDICIÓN

25° Somos

- ¿En qué planeta estabas?

- Estaba prendiendo las velas de tu estúpido pastel.

Perdí mi argolla de compromiso. O mejor dicho me la robaron. La dejé un momento en la mesa cuando celebrabamos el cumpleaños de Kyu y ya no estaba.

Lo único que me hace medio feliz es la ocurrencia que hacemos.

Jiyong me sonríe divertido mientras me limpia la tinta del interior del dedo anular.

- A ver si así te acuerdas que estamos casados. - Me reclama Kyuhyun con los labios abultados.

- Yo me acuerdo. - Aclaro exasperado. Esta discusión es patética, con mucha razón Jiyong se ríe.

- A demás. ¿Cómo carajos no me voy a acordar si es en San Valentín nuestro aniversario?

Castaño idiota.

- Pero perdiste tu argolla, eso no es de esposo ejemplar.

- Muy ejemplar serás tú, jugando videojuegos a tus casi treinta.

- Tú tratas a tus mascotas como niños. ¿Qué clase de persona hace eso? ¿Crees tú que es normal?- Le pregunta directamente a Jiyong que solo niega con la cabeza.

- Yo quiero a mis mascotas porque tengo corazón.

- ¿Estás diciendo que yo no tengo corazón? - Jadea impresionado.

- ¡Bien! - Levanta la voz Ji, ambos giramos a verlo.- Comprometidos sin olvidar ni perder anillos. Debería contar cómo su padrino.

Le dedico una sonrisa complaciente.

Kyuhyun se ha tatuado un JongHoon en cursivas en el dedo y yo un Kyuhyun con la misma letra. Mostrando nuestro amor mientras discutimos, paradojas de la vida.

- Está vez es Kyu quién paga. - Le digo con una sonrisa burlona.

- A él debo aceptarle efectivo solamente.

- Sí, no quiero besarte en uno de tus bares.- Kyuhyun le da lo necesario, se despiden chocando las manos y nos dirigimos hacia el auto.

Una vez dentro de él, es el silencio lo que se presenta entre nosotros.

Miro por la ventana con el ceño fruncido. Yo no voy a pedir disculpas, ya lo hice desde que perdí mi argolla hasta que Jiyong comenzó a tatuarme.

- ¿No vas a conducir? - Termino preguntando.

- Es la primer discusión que tenemos desde que nos casamos.

- Sí. - Digo entre un suspiro.

- Oye, no importa. ¿De acuerdo? Un anillo no vale lo que sentimos, no vale todo lo que yo siento por ti. Te amo y por eso me casé contigo.

Don segundos largos en los que giro a verlo. Sus ojos cafés contra los míos, y en menos de lo que pienso son nuestros labios los que realmente desquitan esa batalla.

Un beso después de una patética discusión...

- Está bien. Yo también te amo, Kyu estúpido.

- Tonto, perdiste un anillo frente a ti, ¿en qué planeta estabas?

- Estaba prendiendo las velitas de tu pastel. - Le aclaro fingiéndome ofendido.

°•°•°•°

- ¿JongHoon viste mi corbata azul?

- La dejaste tirada a lado de la lavadora.

- ¿La lavaste? - Su pregunta lleva el ligero tono de la exasperación. Respira, respira, respira, ya se le pasará.