1° Nuevo Yo

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Sí.
Soy digno de esto.

Termino mi discurso de graduación, como alumno de excelencia, me tomo un par de fotos con los directivos y bajo con el rostro enrojecido hasta mis amigos.

— Felicidades, JongHoon. — Sungmin me abraza fuertemente.

— Felicidades, Yeye. — Ryeowook me mira enternecido por el momento. Mi corazón salta de alegría y más cuando recuerdo que he sido aceptado para estudiar literatura. Estoy muy feliz. Con mis amigos. Mis padres toman fotos y más fotos. JongJin no está. pero me deseo mucha suerte.

— Gracias, gracias. Sin su ayuda nada hubiera sido posible. — Y en verdad nada hubiera sido posible. Estuve tan mal en el pasado… Pero eso es, pasado.

Sé que podré seguir adelante.

— Nosotros sólo te impulsamos. Ser el alumno de excelencia depende completamente de ti. — Eunhyuk estira su brazo en el que toma el celular y toma una foto con los cuatro haciendo una V con los dedos.

— Estoy tan orgulloso. — El abrazo de papá me toma por sorpresa. Pero lo correspondo con una enorme sonrisa.

—Mi Yesungie. Superaste tantos obstáculos. — Mamá aprieta mi mejilla y me clava un beso dejando su labial color durazno.

— Tampoco lo habría hecho sin ustedes.  — Con un suspiro observo por última vez todos los alrededores del colegio. Tanta felicidad, tantas sorpresas y dificultades. — Gracias.

— ¡AB Brother! — Giro cuidadosamente el cuello hasta el escenario. Heechul. Es Heechul. Sonrió ampliamente y corro hasta él.

— ¡Heenim!

Lo abrazo con ternura. Hacía tanto tiempo que no lo veía.

— Mira esto. Es algo que ni en sueños podría tener. — Entre sus blancas manos toma mi trofeo de excelencia y suspira luego de una mueca de desagrado. — Eres el mejor.

— No tanto como el gran Heechul.

— Tú sí sabes.

Entre risas lo llevo hasta donde están mis padres y los chicos.

No importa el lazo de amistad que Heechul tuviera con él.
Se convirtió en esa clase de amigo que no cambiaría nunca.

°•°•° 1 año después •°•°•°•

Heechul revisa con atención una revista de modas de hace diez años. Sungmin mezcla despacio el tinte que me va a colocar cuando el decolorante deje de quemar mi cuero cabelludo.

— Los ojos me arden. — Confieso apretando los párpados y abanicando con mis manos.

Min gira su rostro hacia Heechul para pedir indicaciones.

— Espera cinco minutos más.

Su voz hace que Sungmin me mire con un evidente «lo siento».
Clavo mi vista en el gran espejo. A través del papel de aluminio sale un pequeño mechón de cabello color amarillo claro.

— ¿Creen que me veré bien?

— Por supuesto que sí. Todos te envidiarán. — Los blancos dientes de Min adornan su rostro. Por el reflejo veo a Hee asintiendo mientras observa un horrible vestido verde sin forma.
Veo el tocador como si fuera lo más interesante del mundo. Intento olvidarme del ardor en mi cabeza cuando recuerdo que debo comprar unos libros para la universidad.

JongJin está casado con una linda Canadiense desde hace un año. Y con ello se convirtió en papá de un hermoso gordito de cachetes abultados con cinco años de edad. No. Obviamente no es suyo, pero siempre lo ha querido como tal. Y por consiguiente yo igual. Tiene una familia y es feliz.

SOMOS - (KyuSung) EN EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora