Herida permanente

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(Narra Arami)

Entre al departamento sin voltear a ver a Fushimi, mis ojos derramaban lágrimas sin parar.

- No quiero estar así - susurré.

Caminé a mi habitación y encendí la computadora.

Blim. Sonó indicando que llegó un mensaje a mi correo electrónico. Era de Aiko.

Hola Arami, por qué no has venido a verme, tienes que venir. Tengo que mostrarte algo urgentemente. Ven mañana temprano.

La mayoría de los jugadores seguían hospitalizados y en observación en los hospitales, pocos éramos los que habían permitido dar de alta. Akimi y Nagare fueron un caso especial, ya que ellos no querían que estuviera sola en casa. Espero pronto puedan venir aquí.

Iré mañana temprano 😄. Respondí a su mensaje.

Busque en internet: insistente SAO. Al parecer había sido todo un caos al principio.

La mayoría de los artículos que leí solo decían que estaban haciendo lo posible para que los jugadores se mantengan con vida.

Estaba a punto de cerrar el navegador, pero un apartado llamo mi atención.

A pesar de que lo sucedido con SAO causó una conmoción terrible en todo Japón los juegos de inmersión total levantaron las ventas y aparecierón nuevos juegos que han sido la sensación.

Debajo de estas palabras venía una lista enorme de juegos de inmersión total.

Suspiré y negué con la cabeza, ahora tenía que lograr encontrar la manera de hacer que Yato despierte. Si nos quieren reclutar para descubrir la razón quiere decir que al menos tienen una idea de lo que podría estar pasando, pero... me imagino que no nos lo dirán hasta que pasemos sus pruebas.

Blim. Sonó de nuevo el tono de mensajes, era otro mensaje de Aiko en donde mando la dirección del hospital y su número de habitación. No nos hemos visto desde un día antes de regresar a este mundo.

Suspendí la computadora y me estire dejando caer mi cabeza hacia atrás. En la mesa ví el paquete que me había entregado mi padre, me pare y fui hacia el, lo abrí y observé por un momento aquella libreta. Me decidí a sacarla y la abrí en la primera hoja, tome un lápiz y comencé a dibujar.

Había cosas que no le podía decir a mis padres, en parte me alegra que entiendan y me den mi espacio, pero lo que sucedió hoy... No esperaba que se enteraran de esa manera, ni siquiera quería que lo supieran. No me gustaría volver a tocar ese tema con ellos.

En este momento me sentía enojada conmigo misma, me sentía imponente por no poder hacer nada, en SAO podía ser imparable, podía hacer lo inimaginable, pero aquí me siento inútil. Probablemente con el proyecto de Osai pueda hacer lo mismo que en SAO. Sé que las decisiones que tome en SAO tal vez no fueron las más correctas, pero gracias a esas decisiones pude conocer a muchas personas que ahora aprecio mucho. No puedo darme por vencida, no hasta que Yato regresé.

Apreté el lápiz con más fuerza y seguí dibujando.

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(Narra Fushimi)

Salí a la sala y me senté en el sofá mientras terminaba de secarme el cabello, mire un pequeño reloj que tenía en la mesa, 6:30, ya casi es hora de subir.

Tendí la toalla en una silla y tome las llaves del departamento. Salí del departamento y camine hacia la puerta del de Arami. Toque suave y no respondió. Tome la llave que me había entregado esta mañana y abrí la puerta.

- Parece como si no hubiera nadie - susurré al tiempo que entraba y cerraba la puerta detrás de mí.

Ya estaba oscuro, me quite los zapatos y camine hacia dentro, apenas y podía ver por dónde iba.

- Arami - la llamé, no hubo ninguna respuesta. ¿Se habrá ido sin mi?

Decidí subir las escaleras, al llegar arriba noté que la puerta de su cuarto estaba abierta y la luz estaba encendida.

Me acerque lentamente y toque la puerta antes de entrar. Nadie respondió, tarde un poco en decidirme a entrar. Arami estaba recostada en la mesa, con un cuaderno al lado y un lápiz en su mano, apunto de caerse. Ví el dibujo que estaba en el cuaderno, era un ojo, que reflejaba una montaña y debajo tenía una luna y una estrella, se veía bien.

La mire por un momento y acaricie su cabeza

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La mire por un momento y acaricie su cabeza.

- Yato - dijo aún dormida en un susurro.

En ese momento sentí como si algo se enterrará en mi pecho, quite mi mano de su cabeza.

- ¿Así como puedo intentarlo? - dije entre dientes - Pero tampoco puedo dejar de amarte, no quiero dejarte sola.

Comencé a ver algo borroso, lágrimas salieron de mis ojos. Agaché mi cabeza y apreté mis puños.

- ¿Fushimi? - Arami sonaba aún dormida. Levanté la vista. Abrió sus ojos como platos. - ¿Estás herido? - se levantó preocupada.

Intente limpiar mis lágrimas.

- Estoy bien - mentí.

- No es cierto - dijo viendo mi pecho.

Mi pecho parecía estar sangrando.

- No es nad...

- Déjame ver - me pidió.

Resignado me desabroché la camisa y deje al descubierto la marca que me había dejado el pertenecer a uno de los gremios PK. Me quite mis lentes y los dejé en la mesa. Talle un poco mis ojos.

Arami tenía una expresión de sorpresa.

- Los doctores dijeron que cuando apareció fue extraño... Y lo peor es que aún no cura - dije mientras rascaba la marca.

- Te harás daño - Arami tomo mi mano y la alejó de la herida. - Déjame curarte. - Salió de la habitación casi corriendo.

- Lo haces más difícil - susurré mientras tomaba asiento en la silla donde hace un momento ella estaba dormida.

Cerré mis ojos y espere a que regresara. Llegó corriendo y puso una especie de botiquín en la mesa, busco dentro y poco después saco un algodón y lo mojo con un poco de alcohol.

Observé su rostro mientras lo hacía, ya no tenía los parches de esta tarde, tenía pequeñas heridas en esos lugares.

Cuando paso el algodón con alcohol por la herida ardió bastante.

- Lo siento - se disculpó y comenzó a soplar en el lugar donde se encontraba la marca.

Tomo un parche y lo coloco en la herida. Posó su mano en mi pecho.

- Es cálido - la escuché susurrar.

Noté que de sus ojos comenzaron a salir lágrimas. Levanté mi mano y roce con mi dedo pulgar la herida de su labio. Ella levantó la mirada.

- Permíteme reemplazarlo - le pedí.

Ella me miró con sorpresa, aún salían lágrimas de sus ojos.

¿Que acabo de decir? ...

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