Entiendo

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(Narra Arami)

Perdí... Les falle...

Ahora me encuentro en una habitación completamente oscura, sola... Una luz azul me rodeo y aparecí en la sala de espera.

- Arami - reconocí la voz de Fushimi, alce la vista, él corría hacia mí junto con los demás.

- Perdónenme - dije con la cabeza baja.

- Lo hiciste muy bien - Aioria parecía estar bastante tranquilo.

Me enderece y corría hacia él.

- Lo siento - me incline frente a él - te sacrificaste por mí y no logré ganar - incluso a él le falle...

- No tienes por qué disculparte - me enderece y lo mire dudosa, él apartó su mirada de mi apenado - Si no fuera por ti probablemente hubiera muerto desde el principio...

Por alguna razón lo abracé, me sentía agradecida hacia él, no solo por haber salvado mi vida al sacrificar la suya, también por haberme escuchado sin juzgarme y, aún después de saber lo que hice, permanecer a mi lado. No esperaba que respondiera a mi abrazo, pero lo hizo.

- Debemos regresar - dijo Cyrus un poco serio.

- Está bien - dije resignada caminando hacia él, ahora tenía que afrontar las consecuencias de mi fracaso en el mundo real.

- Espera - me detuvo Aioria.

Lo mire sorprendida, él solo agachó la cabeza. Regrese mi mirada hacia Cyrus.

- Nos iremos desconectando - dijo mirando a los demás.

Se despidieron de Dig y al mismo tiempo desaparecieron en destellos plateados y azules.

- ¿Que sucede? - le pregunté extrañada a Aioria.

- ¿Pu... puedo conocerte en la vida real? - preguntó dudoso.

- Sería genial - le dije con una sonrisa en el rostro. Abrí mi menú y presioné un botón que decía compartir, delante de Aioria apareció un letrero que contenía mi información de contacto - puedes mandarme mensajes cuando quieras.

Presionó el botón de guardar y de inmediato apareció un letrero con su información frente a mí. Lo imite y presioné el botón guardar.

- Nos vemos - me despedí de él y corrí hacia Dig.

- Lo hiciste bien - dijo sonriente.

- Gracias - le sonreí - espero volver a verte.

- Tal vez más pronto de lo que esperas - sonrió y me guiñó un ojo.

- Me despides del señor - dije al tiempo que abría el menú principal y coloque mi dedo sobre el botón para cerrar sesión.

- ¡Suerte!

Cerré los ojos y presioné aquel botón.

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(Narra Fushimi)

- ¿Por que ella aún no regresa? - preguntó bastante serio el señor mayor.

- Está arreglando unos asuntos señor - se apresuró a decir Osai.

El hombre estaba inexpresivo, es difícil saber cuál será el resultado, todos se notaba bastante preocupados.

Arami se empezó a mover, se levantó y se quitó el viejo casco.

- Señorita Izumi - comenzó impaciente el hombre - Felicidades...

Todos lo miramos sorprendidos.

- ¿Pero...

- Usted le ganó a todos los infiltrados que mandamos, además de que demostró que no se rinde fácilmente y que puede conseguir aliados sin problema - extendió su mano y le entrego lo que parecía ser un conjunto negro - esta vez le aseguro que solo tendrá que derrotar a uno.

Arami estaba bastante sorprendida, tomo el conjunto dudosa y nos volteo a ver.

El hombre salió de la habitación sin decir nada y cerró la puerta detrás de él.

- Lo lograste - Nagi se acerco a ella y la abrazó.
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Acompañe a Arami al vestidos, lleva bastante tiempo adentro, debe estar nerviosa o preocupada. Ya son las 11 de la noche, probablemente también este cansada.

- ¿Arami? - la llamé, pero no hubo respuesta.

Toque la puerta, pero tampoco hubo respuesta. Me decidí a entrar, ahí estaba ella, viéndose al espejo con la mirada perdida, ahora vestía el atuendo que le entrego aquel señor, una blusa negra de cuello de tortuga y un pantalón un poco entallado.

 Me decidí a entrar, ahí estaba ella, viéndose al espejo con la mirada perdida, ahora vestía el atuendo que le entrego aquel señor, una blusa negra de cuello de tortuga y un pantalón un poco entallado

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Sentí que mis mejillas se calentaban.

- Es hora - intenté ocultar mi rostro inútilmente.

- ¿Y si no lo logro? - Levante la vista, ahora Arami me estaba mirando, su mirada parecía bastante triste. - ¿Que puedo hacer? - sus ojos comenzaron a cristalizarse.

Sigue haciéndola llorar, ese idiota la está lastimando al no despertar.

- Se que lo lograrás - jale de su brazo y la abracé, impidiendo que viera mi rostro, que para ser honesto, en este momento no sabía que expresión reflejaba, tenía muchos sentimientos encontrados en este momento, sentía enojo, tristeza, preocupación...

- Me siento incompleta - susurro con su rostro escondido en mi pecho - siento como si una parte de mi se hubiera quedado en ese mundo... Seguiré ahí mientras él no despierte...

Ya no digas más... Duele que pienses tanto en él... Yo estoy aquí... Para ti...

- Lo amo tanto - después de esas palabras sentí una enorme punzada en mi pecho - me duele aquí - dijo mientras tocaba su pecho.

Tengo que dejarla ir... Ella necesita a un amigo... No un remplazo... Ahora me doy cuenta de cuánto la ha lastimado al pedirle que me permitiera reemplazar a Yato, alguien no puede ser reemplazado una vez que se ha convertido en alguien tan importante... Aunque me duela... Tengo que aceptarlo...

- Lo encontraremos - le dije mientras la apartaba de mí para mirar su rostro - estoy seguro de que lo harás bien y así... Podremos encontrar a Yato.

Sentí como lágrimas caían de mis ojos...

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