ABC (Amor Brilloso Con MALEC)

- Borrachos -

Cuando Alexander Lightwood, llegó a su casa sin decir nada, fue algo extraño. El chico era conocido por ser tranquilo y muy callado, siempre leyendo y escribiendo, metido en la biblioteca o en sus estudios.

Pero aun así, su hermana supo que algo andaba mal.

– Isabelle, ya te dije que no quiero bajar, déjame. – La mencionada había estado insistiéndole en ir a cenar pero éste se rehusaba.

– ¿Qué ha pasado hermano mayor? Por favor, habla conmigo. – Había intentado abrir la puerta de su cuarto, pero le había puesto seguro.

Lo cual era más preocupante.

– No es nada, simplemente me siento mal, por favor vete. – Su voz sonaba amortiguada por la puerta, pero podía muy bien escuchar cómo sonaba cada vez más triste.

– ¿Es por aquél chico? – Izzy meditó bien si debía preguntar tan directamente.

Su hermano era realmente reservado, pero ya lo había cachado. Por más discreto que había sido, se había dado cuenta que le gusta alguien.

Izzy se preocupó por el largo silencio que se hizo, pero después de unos minutos, la puerta fue abierta para que ella entrara.

– ¿Cómo sabes? – Alec se sentó en la orilla de su cama, con los codos sobre sus piernas, con una cara bastante preocupada.

– Te conozco de toda la vida hermano mayor, cuéntame qué pasa... Sabes que nunca te juzgaría.

Eso era cierto y Alec lo sabía.

– El chico... Que me gusta... Hará una pequeña fiesta. – Dijo pausadamente, como si fuera el embrollo más grande de su vida.

– Okey... ¿Y el problema es qué...?

– ¡Me invitó! – Exclamó.

Izzy estaba escuchando, en serio lo hacía... Pero no comprendió nada.

– Tienes que ser más específico Alec... ¿Me estás diciendo que es un problema que te haya invitado?

– Sí, porque no sé qué hacer, soy un chico de libros, escuela y casa... Todo mundo sabe que soy aburrido.

– Pues mejor aún tonto.

– ¿Eh? – Ahora Alec, no entendía por qué la emoción de su hermana.

– Eso quiere decir que se ha fijado en ti, a pesar de que sabe que siempre te la pasas en la biblioteca o totalmente aparte de la civilización, se acercó a ti y te invitó porque quiere verte.

Izzy sonría con amplitud... Alec no entendía.

– De cualquier forma no iré... No conozco nadie de ahí y él seguramente se la pasará con sus amigos.

– Oh no te preocupes por eso... Ahora dime todos los datos de esta gran fiesta.

Alec no confiaba mucho en la mirada brillante de su hermana, era como si planeara un plan; pero aun así le dijo todo.

Después de ir a una plaza cerca de su casa, compraron diversas prendas para fiesta informal, siendo Alec vestido prácticamente por su hermana.

El permiso de sus padre no había sido un problema, ellos querían que su hijo mayor saliera de su cueva por lo menos dos veces al año y por voluntad propia.

Hasta coche les habían prestado con tal de que Alec no se arrepintiera.

Los nervios golpearon al chico cuando se estacionaron a unas casas de donde era la fiesta. Las dos aceras a sus lados, estaban repletas de adolescentes tomando, fumando o simplemente riendo.