Los Wood corrían tan rápido como podían, sus pulmones exigían más aire, sus corazones estaban a punto de salirse de sus pechos, y los músculos les palpitaban por el ejercicio forzoso que llevaban haciendo desde hacía varios minutos.
No sabían qué había pasado, ni en qué momento de la velada todo se había vuelto un infierno. Los gritos les ensordecían pero cada vez eran menos los lamentos al ser consumidos por las altas cortinas naranjas y ardientes que consumían lentamente.
– ¡Debemos salir de aquí por atrás! – Gritó Jace en cuanto vio una ligera apertura entre las llamas.
– ¡Olvídalo! Venimos de ahí y no había nada. – Dijo cansada Izzy, tratando de seguirle el ritmo a sus hermanos mayores.
Después de haber perdido las salidas principales y de emergencia, estaban completamente desorientados. Al ver otra apertura, corrieron hasta ésta, dándose cuenta que era el inicio de las escaleras.
Subir no era la mejor opción, las ventanas de la mansión eran muy altas y no había manera de bajar por alguna escalera de emergencia; ya se habían dado cuenta de esto al haber sacado a las personas que se encontraban en los pisos de arriba.
Tuvieron tiempo de llegar hasta el tercer piso, el humo estaba espeso pero aún podían ver a su alrededor, por lo que decidieron entrar a una de las habitaciones principales tratando de idear qué hacer y no perder más tiempo de sus vidas.
– De-deshagan las camas, hagamos una cuerda con las sábanas. – Logró hablar el mayor de los tres hermanos.
Después de un rato de esfuerzos, lograron unir los suficientes metros de tela para al menos no morir en la caída y amarraron un extremo al barandal de la pequeña terraza que había ahí.
Alec se encargó de que sus hermanos bajaran primero, y cuando observó que ambos habían tocado tierra, bajó lentamente por la cuerda improvisada, sintiendo como sus últimas fuerzas se desvanecían.
Toda su vida había sentido que la suerte no estaba de su lado, y justo en ese momento lo había comprobado.
– ¡Alec! – Gritaron los hermanos al ver como una ventana del segundo piso estallaba.
Gracias al aire y la explosión que hubo, las llamas alcanzaron la tela por la que el mayor suponía bajar. Subió nuevamente con las pocas energías que le quedaban al ver que el fuego le había quitado la última manera de salir de ahí.
– ¡Váyanse! ¡Estaré bien! – Les gritó con la garganta hecha un desastre.
– ¡No te dejaremos Alec! ¡Haz otra cuerda! – Le pidió el rubio con desesperación.
– ¡Llévate a Izzy, Jace! ¡Los bomberos no tardarán en llegar junto con la policía! ¡Largo!
Izzy dejó caer las lágrimas como cascada, mientras jalaba a su otro hermano del brazo, sabiendo que ya no podían hacer nada más.
En primer lugar, no debieron haber estado ahí por muchas razones; era claro que menores de edad no tenían la entrada a una fiesta como la que se había organizado ahí, pero la necesidad y el hambre les había podido más.
No planeaban robar más que alimentos que probablemente después los anfitriones tirarían a la basura al no ser consumidos, pero Alec se reprendió por haber tomado esa decisión y jalar a sus hermanos menores en eso.
– Sea una acción buena o mala, tiene consecuencias Alec. – Se dijo mientras veía a sus hermanos correr hacía el parque que les ayudaría a perderse por ahí.
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ABC (Amor Brilloso Con MALEC)
Fanfiction[COMPLETA] [ONE SHOTS] Historias Malec, diferentes entre sí, siendo algunas dentro del mundo de Shadowhunters y otras AU. Títulos conforme al alfabeto. *Capítulos con contenido adulto, marcados con guiones en los títulos* *Algunos capítulos pueden...