Zarco

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Éste último capítulo es más familiar (como Entrenamiento) para terminar con el ABC con algo de ternura y un hermoso Malec ^^

¡Disfrútenlo!


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Jace –mil apellidos- corría por todo el Instituto de Nueva York, algo había salido mal, algo muy malo estaba punto de pasar, y el joven rubio iba a pagar las consecuencias.

– ¡Jace! Por el ángel, ya deja de correr, es la milésima vez que pasas por aquí. – Le gritó Izzy totalmente cabreada. – ¿Qué te pasa? ¿Viste algo?

– No... No... Todo bien. – Había corrido más que las últimas veces que había salido a cazar con sus hermanos. – Pero dime, ¿Alec aún no llega?

– ¿Alec? No, se tomó el día libre con Magnus por algo, pero a lo mejor llega dentro de una hora.

– Oh rayos. – El cazador se pasó la mano por el cabello, despeinándolo aún más.

Izzy era lista; de haber sabido que había algo realmente malvado rondando por el Instituto, lo habría presentido; sin embargo, al ver el modo de emergencia y la desesperación junto con la preocupación que transmitía su hermano, supo que algo más había pasado.

– Jace... ¿Qué hiciste? – Le preguntó con cautela, esperando no escuchar lo que creía.

– ¿Yo? No, nada. – Giró la cabeza por el lugar para después seguir caminando a pasos rápidos. – Todo bien Izzy.

– Dime por favor, por lo que más quieras, que no los perdiste. – Cerró los ojos y rogó al ángel, mientras caminando detrás de él.

El rubio detuvo su caminata, giró hacia su hermana, bajó la mirada y después de carraspear, habló con pavor en su voz.

– ¡Por favor ayúdame a encontrarlos! Me estoy muriendo, ya llevo casi una hora buscándolos y nada, desaparecieron así sin más.

– ¡¿Otra vez Jace?! – Ahora fue ella quien se pasó una mano por la frente, dejando su cabello hacia atrás. – Date por muerto. – Sentenció la pelinegra un poco asustada al ver que ahora le tendría que ayudar.

Alec y Magnus los matarían.

– Sí, sí, es lo justo, pero primero ayúdame a encontrarlos. – Había matado demonios, se había enfrentado a la muerte y por el ángel que seguía entero.

Pero justo ahora, temía por su vida más que nunca.

– ¿Ya revisaste las cámaras? – Jace se quedó callado con los ojos como platos. – Juro que te mataré muy, muy lentamente.

Con un fuerte taconeo, y unos pasos rápidos del otro cazador, fueron al área donde se encontraban las cámaras de seguridad. Al mover unos controles, aparecieron múltiples pantallas dónde se mostraban diferentes partes del lugar.

– Definitivamente no están afuera. – Dijo la cazadora mirando muy bien cada pantalla.

– ¡Oh! ¡Ahí! – Exclamó el rubio mientras señalaba como desesperado una de las cámaras.

Ambos corrieron rumbo al lugar correspondiente; a pesar de que todos los demás cazadores les veían, nadie preguntaba nada, estaban acostumbrados a que sucesos así pasaran; por lo que solo preferían reírse.

Al vislumbrar la silueta de lo que buscaban, el rubio corrió más rápido y sin hacer ruido, sabiendo que se podría escapar de nuevo, se acercó y lo atrapó.

ABC (Amor Brilloso Con MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora