- Velas -

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A falta de imaginación y con la semana de exámenes, les pido una disculpa por éste capítulo que en lo personal siento que le faltó más cosas por agregar, pero bueeeno, quería actualizar antes de desaparecer unos días ><

¡Disfruten!


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Podían simplemente olvidarse de sus ocupadas vidas y darse un respiro de vez en cuando, dejar de lado sus problemas y simplemente vivir como si fueran dos mundanos cualquieras.

Por lo que sí, ahí se encontraba Alec, tomando un líquido transparente que no ocultaba el sabor a alcohol, observando todo a su alrededor, tal vez de costumbre como lo hace un cazador, aunque en sí lo hacía para buscar a "alguien" con el cual pasarla bien un rato.

Magnus no había tenido ni un día de diversión ni de descanso desde hacía un tiempo, se merecía estar en su club, tomando y bailando, le llenaba de vida más aparte de compañías placenteras para la larga noche que le esperaba.

No se conocían, no se habían visto nunca en su vida y aun así, nunca se hubieran esperado encontrar justo en ese momento.

El Gran Brujo de Brooklyn se alejó de la apartada equina donde había estado desde más temprano, hizo aparecer elegantemente una bebida en su mano, para luego caminar entre la gente hasta llegar a la persona que también le había estado observando.

– Que raro... Por un momento creí haber visto runas alrededor de tu cuerpo.... Cazador.

– Que raro... Yo creí haber visto unos ojos de gato tan dorados como el oro... Brujo.

– Oh no, uso pupilentes, suelen brillar bastante. – Le dio un trago a su bebida mientras le guiñaba un ojo.

– Bueno, ya que estamos aclarando, lo que yo tengo son tatuajes.

A pesar de la fuerte música, los gritos y el alcohol subiendo por su sistema, podían entenderse muy bien, dejando escapar su coquetería... Al fin y al cabo para eso estaban ahí esa noche.

– Me agradan bastante los tatuajes. – Pasó un dedo por el cuello del cazador, erizando la piel donde se encontraba la runa más llamativa de su cuerpo.

– A mí me gustaría ver esos atractivos ojos de nuevo. – El posó su gran mano sobre la mejilla del moreno, acariciando con su pulgar el pómulo.

La verdad es que Magnus odiaba sus ojos, pero ahora se encontraba cansado y con ganas de dejarse ser, por lo que no le importó complacer el pedido del chico.

Alec podía sentir su cuerpo y lengua un poco más sueltos; había hecho y dicho cosas tan directamente en pocos minutos que nunca haría o diría en sus cinco sentidos.

– Vamos a bailar, chico tatuado. – El brujo tomó la mano del cazador y la haló hasta moverse a la pista de baile.

– Sabes moverte. – Declaró el cazador mientras se colocaba detrás del brujo, puso las manos en la cintura contraria y siguió sus movimientos lentos, sensuales.

– No soy el único. – Pegó totalmente su espalda en el torso fuerte del pelinegro, recargando también su cabeza en el hombro contrario.

Alec gimió levemente, aunque no pasó desapercibido del oído del brujo; el olor a sándalo era exquisito y mas el baile pegado que estaban haciendo, los estaba subiendo de tono.

– Vámonos. – Pidió el cazador sobre el cuello tostado, dejando un pequeño beso, haciendo jadear al brujo.

Magnus no se hizo de rogar, había esperado la persona "indicada" para esa noche alocada y de disfrute. A pesar de que Alec sabía que lo que estaba a punto de hacer no era la manera correcta y mucho menos podía ser corregible, le valió y siguió al moreno hacia la puerta trasera del lugar.

ABC (Amor Brilloso Con MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora