La casa antes de la partida.
Era un hermoso día de primavera cuando decidimos que sería el momento perfecto para pasar una jornada familiar en el parque. El sol brillaba y la temperatura era ideal para disfrutar al aire libre. Ivonne preparó una canasta con sándwiches, frutas y algunas galletas, mientras Andy se encargaba de buscar su pelota de fútbol y sus juguetes.
—¿Estás listo, campeón? —le pregunté, mientras lo veía correr por la casa buscando sus cosas.
—¡Sí, papá! —respondió emocionado. —No puedo esperar para jugar en el parque.
Al llegar al parque, el aire fresco y el canto de los pájaros nos envolvieron. Andy corrió a la zona de juegos, lleno de energía, mientras Ivonne y yo extendíamos la manta sobre el césped.
—Mira cómo juega. —dijo Ivonne, sonriendo mientras observaba a nuestro hijo deslizarse por el tobogán.
—Sí, parece que tiene mucha diversión. —respondí, sintiendo una oleada de felicidad al ver a Andy reír y disfrutar.
Después de un rato, nos unimos a él en el área de juegos. Andy me retó a una carrera y, aunque sabía que no podría seguirle el ritmo, acepté el desafío con una sonrisa. Corrimos juntos, riendo, y aunque terminé jadeando al final, la felicidad en su rostro valía cada segundo.
—¡Eres muy lento, papá! —dijo Andy, riendo mientras se tambaleaba hacia mí.
—Quizás sí, pero estoy seguro de que tengo más experiencia en el juego. —le respondí, dándole un pequeño empujón en el hombro.
Después de un par de horas de juegos, nos sentamos a descansar bajo un árbol grande. Ivonne sacó la comida y nos sentamos a disfrutar de un almuerzo al aire libre.
—Mmm, esto está delicioso. —dijo Andy mientras mordía un sándwich de pollo. —¿Mamá, hiciste más de estos para que pueda llevar a la escuela?
—Claro, cariño. Siempre puedo hacer más. —respondió Ivonne, feliz al ver que disfrutaba de su comida.
Mientras almorzábamos, decidí que era el momento adecuado para hablar de mi próximo viaje. Sabía que no sería fácil, pero también sabía que la comunicación siempre había sido clave en nuestra familia.
—Chicos, hay algo de lo que quiero hablarles. —dije, con un tono más serio mientras los miraba.
—¿Qué pasa, papá? —preguntó Andy, poniendo su sándwich a un lado y prestando atención.
—Me han pedido que viaje nuevamente a Estados Unidos por trabajo. —comencé, viendo cómo sus expresiones cambiaban. —No será por mucho tiempo, solo unas semanas.
—¿Otra vez? —dijo Andy, un poco desilusionado. —¿Cuándo te vas?
—La próxima semana. —respondí. —Pero, por favor, entiendan que es algo importante para mi trabajo y que siempre haré lo posible por regresar a casa lo más pronto posible.
Ivonne se acercó y tomó mi mano, apoyándome mientras Andy se quedó pensativo por un momento.
—¿Y qué pasará con nosotros? —preguntó Andy, con la mirada de un niño que ya entiende más de lo que parece.
—Podemos seguir comunicándonos por videollamadas todos los días. —le expliqué. —Además, planearé regresar lo más rápido posible, y cuando lo haga, prometo que tendremos un fin de semana lleno de aventuras.
—¿Prometido? —preguntó Andy, mirándome con sus ojos azules que mostraban preocupación.
—Prometido. —dije, levantando mi mano y haciendo un gesto de cruzar los dedos.
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Atrévete a quererme® ✔️
RomanceTus imperfecciones te convierten en la mujer perfecta. -Obra iniciada 24/6/2016. #48 en perdida (16/6/18) #2 En Economía. #16 En pobreza. #48 Novela Romántica.