Último capítulo.
La casa estaba sola, no se escuchaba ni un solo ruido. Louis descansaba en su cama con sus energías agotadas, apenas lograba abrir los ojos, decía unas pocas palabras y mover sus brazos.
De pronto la puerta del dormitorio se abrió, Harry apareció en ella y divisó a su novio postrado en una cama, allí sintió que su corazón se despedazaba. El ojiazul abrió sus brazos con la poca fuerza que le quedaba, sin dudar más, Harry corrió refugiadose en ellos deleitandose con su fragancia a vainilla.
-Lou lamento todo lo que te hice, solo quiero estar contigo.
-Solo olvida todo lo que pasó con nosotros y quédate estos pocos minutos a mi lado- susurró con poco aliento que le quedaba.
Harry se acomodó a su lado sin tocarle la vía que Louis tenía en su brazo izquierdo. Durante los últimos meses, el castaño había bajado de peso a la velocidad de un rayo, se encontraba débil y cansado.
-¿Te sientes bien?- preguntó el rizado mientras tomaba la mano del mayor.
-Si, solo que tengo un poco de sueño, no he podido dormir en estos últimos días.
-Cierra los ojos y descansa, te ves demasiado agotado.
-No quiero dormir, no ahora.
Los minutos pasaban y en la habitación reinó el silencio, Harry observó el cuerpo de Louis, su piel pálida que se la pegaba en los huesos, debajo de sus ojos cargaba unas inmensas y negras ojeras, sus ojos ya no poseían ese azul característico que tanto le gustaba, sus hermosos labios resecos coloreados de un rosa pálido, su poco cabello caía por sus pestañas. El cuerpo de Louis pedía a gritos ser liberado de este sufrimiento que desde hace meses soportaba. El tiempo transcurre y el sigue aquí, sin embargo es lo menos que tenía, se agotaba cada vez más.
-Harry.
-Dime.
-¿Qué pasaría si me quedo sentando enfrente de un precipicio y luego salto dejando todo atrás?- preguntó él y miró hacia la ventana donde el cielo celeste brillaba e ingresaba los rayos solares.
Harry lo observó y frunció el ceño con una pizca de tristeza que borró luego de liberar un suspiro. Se inclinó y rozó su nariz con la de él depositando un pequeño beso en aquellos labios resecos.
-No dejaría que hicieras eso, nunca - murmuró el rizado demostrando que tenía miedo, sin embargo logró ocultarlo- Y si lo hicieras, yo no dudaría en agarrarte la mano y saltar contigo porque no pensaría ni un solo minuto pasar el resto de mi vida sin tí, mi amor- agregó liberando unos sollozos desgarradores.
-Hey Harry ¿por qué lloras?- preguntó Louis con la voz cansada mientras limpiaba las lágrimas que caían del rostro del rizado.
-Porque sé que en lo que estás pensando Louis, aún no amor, aún no es momento de partir, no cuando estamos a dos meses de unir nuestras vidas.
Aquella mirada azulada cruzó con la esmeralda, ambos buscaban las palabras correctas para decirlas antes que sea la hora de partir.
-¿Por qué me miras tanto?- preguntó Louis dejando escapar una pequeña carcajada.
-Intento buscar las palabras correctas para volver a recuperarte, quiero mirarte y admirarte para grabar en mi mente tu bello y delicado rostro. Porque si no logro entrar al paraíso, haría lo posible para subir y tenerte de nuevo a mi lado, Loueh. Supongo que llegó el momento.
Silencio, es sólo que reinaba en ese instante. Harry debatía qué podía decirle en este preciso momento en donde no sabía si sería la última vez que vería al amor de su vida. Se notaba nervioso, sus manos sudaban pero encontró la verdadera razón por la cuál estaba allí.
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Dear Harry- I'm Louis
Fiksi PenggemarHace 12 años Louis conoció a Harry en el kinder, desde allí se volvieron inseparables. Hasta que comenzaron la preparatoria, Harry dejó de lado a Louis para tener nuevos amigos y ser popular. El ojiazul buscó miles de maneras de llamar su atención n...