Simplemente Ella (8°SAI)

Capítulo 7.

¡Soy un idiota!

No podía seguir comportandome de esa forma, hace dos semanas que me había alejado completamente de ella, no le hablaba, la esquivaba constantemente y evitaba todo el tiempo hacer un simple contacto visual.

Me sentía tan idiota al hacerle eso pero más sufría yo por no estar a su lado recibiendo alguna sonrisa o un abrazo de su parte.

Maddie había entrado a mi vida y no podía sacarla.

Estas dos semanas volví a las andanzas con los chicos, fiestas, alcohol y sexo sin compromiso tratando de volver a ser lo que era antes de que ella aparezca pero al otro día cuando me levantaba con una resaca y con diferentes chicas me daba cuenta lo vacío que me sentía.

Necesitaba a Maddie y eso me asustaba demasiado porque mis sentimientos hacia ella habían crecido de una manera tremenda, no la veía como una simple amiga, quería más.

Estaba asustado por esto porque nunca había experimentado estas sensaciones y me negaba aceptar la realidad.

- Volvimos al modo acosador - escucho la irónica voz de Alexander.

- Cállate - siseo molesto.

- Eres un idiota, habías avanzado un montón con ella y ahora volvimos a estar desde lejos observandola - dice claramente ofendido.

Tenía razón había vuelvo a observarla desde una distancia prudencial como lo hacía meses atrás, Maddie estaba recostada bajo ese árbol con su cuaderno entre sus manos disfrutando la linda tarde dibujando quién sabrá.

- No puedo estar cerca de ella - murmuro sacando un cigarrillo de mi bolsillo, lo necesitaba.

- Lo dijiste mal, amigo - acota Alex rodando sus ojos. - No quieres estar cerca de ella porque te has dado cuenta que te estas enamorando - culmina con seguridad.

- ¡No digas estupideces! - exclamo ante sus absurdas palabras.

¡No estoy enamorado!

- La verdad que deben darte el premio al más idiota - ironiza.

- Cierra la puta boca Alexander, no necesito tus consejos - digo cabreado.

- ¡Vete a la mierda Owen! - contraataca molesto. - Por una vez asume lo que te suceda y no pierdas a esa chica porque vale la pena estar a su lado - suspira - apurate porque vendrá otro y te la robara - agrega para luego irse dejándome sólo molesto con muchas dudas.

No quería perder a Maddie.

No quería que otro se le acerque.

Quería ser el único ante sus ojos.

¿Por qué todo es difícil?

Mierda que la extrañaba de una manera única pero no podía estar cerca suyo sino querer lanzarme a besarla, moría lentamente cada día observandola a la distancia.

Que no le dirija la palabra no significa que no este atento a su seguridad, eso lo seguía haciendo, observando cada detalle de lo que sucedía a su lado.

Prometí cuidarla y eso haría, aunque ella no lo sepa.

No permitiria que en algún descuido mío, el idiota de su ex la lastime, nunca volvería a dejar que eso pase, antes muerto que ese bastardo toque alguna fibra de su cabello.

- ¡Aquí estas! - dice una voz femenina y suspiro.

- Helena - la saludo tratando de tranquilizarme, no quería enojarme y también mandarla a la mierda.

- Pedazo de idiota - sisea acercándose y estampa su cuaderno sobre mi hombro con fuerza.

- ¡Auch! - me quejo pasando mi mano sobre el lugar tratando de aliviar el fuerte dolor.