Capítulo 14.

22K 1.5K 43
                                    

Todavía me parecía irreal.

Sólo han pasado dos semanas desde esa linda mañana que desperté junto a ella sin darme cuenta.

Ese día fue el mejor de todos porque ambos habíamos sido completamente sinceros entre nosotros.

Yo estoy sumamente enamorado de ella y haría de todo para que Maddie se termine de enamorar de mí, éramos perfectos el uno para el otro y sentía que había encontrado a la mujer de mi vida.

Se que soy joven para decir esas cosas pero todo cambió desde que apareció en mi vida.

Es muy tarde para que me digan que estoy loco porque ya estoy jodidamente enamorado de Madison Meitzner.

Todo de ella me encanta.

- ¡Que linda carita de enamorado! - exclama mi mamá divertida cuando ingresa a la cocina.

- No jodas mamá - digo tratando de mostrar que estoy molesto pero es mentira, no quería sufrir sus insoportables interrogatorios.

No hay nada que pueda joder mi malhumor de este día.

- ¡No me hables de esa forma! - dice con su ceño fruncido.

Suspiro y decido ignorar a mi querida madre para concentrarme en el mensaje que mi bella chica me había mandado que sólo generaba que tenga una inmensa sonrisa en mi rostro.

- El amor lo hace más idiota - escucho la voz de mi hermano Eric.

Levanto mi vista para encontrarme con tres pares de ojos mirándome divertidos.

¿Cuándo llegaron todos?

- ¿A qué debemos esa sonrisa, hijo? - inquiere papá tomando su café mientras mira con complicidad a mamá.

Bufo. - Tu también papá - exclamo rodando los ojos.

Los tres son súper curiosos.

- Un completo bipolar de sonreír pasa a cara de perro rabioso, como si nada - afirma Eric comiendo su tostada.

Decido ignorar al idiota de hermano que la vida me regaló para seguir concentrado en mi celular donde ella me invitaba a su casa para pasar el día juntos.

- ¡Owen! - me llama mamá irritada. - Deja eso y desayuna - recibo su regaño como si fuera un niño de cinco años.

Para no hacerla enojar guardo mi teléfono para dedicarme a degustar el gran desayuno que ella nos había preparado mientras conversamos de la gran noticia que Demian y Jazmín tendrían trillizos.

¡Vaya la puntería de mi primo!

Helena y mi tío Giovanni habían hecho una apuesta la cual ahora no sabíamos quien habíamos ganado porque en teoría es un empate ya que ellos tendrían un niña y dos niños.

- ¿Me van a devolver el dinero? - pregunta mi hermano.

- Nadie te mandó a apostar - contesta.

- Tu también participaste, mamá - le recuerdo divertido sólo para hacerla enojar.

Mamá siempre se enoja con facilidad.

- Todos lo hicimos - acota papá negando divertido.

- En verdad estamos súper locos - agrega Eric riendo.

Tenía toda la razón del mundo, no somos una familia típica superamos lo irreal pero siempre nos mantenemos unidos somos uno sólo si alguien está en problemas o tenemos que cuidar a las chicas de cualquier bastardo que trate de lastimarla.

Demian se salvó porque es de la familia.

Adam no la sacó tan barata, mi tío Nicholas se había encargado de darle un simple lección que tendría siempre en cuenta si llegaba a lastimar a mi prima Olivia sabía que nuestra furia podía acabar por completo con todo su ser.

Simplemente Ella (8°SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora