¡Al fín!
No podía dejar de mover mi brazo contento de no tener que usar más ese jodido yeso.
Todo volvía a la normalidad.
Sólo faltaba que mi preciosa moto termine de ser reparada para poder usarla nuevamente pero para ello faltaba varias semanas más.
Con una gran sonrisa acompañado de mi mamá salimos del Med listos para volver a casa porque debía prepararme para la fiesta de Halloween que es esta noche.
- ¿Cuándo tienes la cena en la casa de Maddie? - pregunta ella mientras nos adentramos en las calles de Chicago.
- El próximo viernes - contesto mirando por la ventana.
El padre de Maddie había salido de viaje por una semana a New York y había postergado la cena de presentación, aunque ya me conocía y no le caiga tan bien se que esto lo hacia por su esposa que si tenía muchas ganas de conocerme.
- Entonces en dos semanas haremos la cena nosotros - declara mamá con una gran sonrisa.
- ¿Qué? - exclamo confundido.
- Una cena en familia, nosotros cuatro y tu novia - sentencia divertida.
- Eso no pasará porque ya los conozco me harán pasar vergüenza - digo molesto.
- Me lo debes - contraataca.
Bufo frustrado porque si algo parecido había sacado de mamá era su terquedad y cuando ambos nos poníamos de esa forma sabía que tarde o temprano ella ganaría porque yo cansado de que joda mi paciencia cedería.
No le hablo más pero tenía una gran sonrisa mostrándose victoriosa.
En el transcurso a casa la ignore mientras ella cantaba canciones que supuestamente le hacían recordar a papá, algunas expresaban que quería matarlo y otras que lo amaba mucho.
La bipolaridad de mi mamá supera los límites.
Cuando llegamos a casa fui directo a mi habitación listo para empezar a prepararme para la fiesta, este año mi disfraz llevaba más tiempo de lo normal y maldecia internamente a Helena por haber dejado que ella sea la que elija esto.
Gruño cuando veo el número de mi prima llamando.
- Helena - siseo cabreado.
- ¿Alguien está de malhumor? - bromea divertida. - Deberías tener más sexo así no serás tan gruñón - acota soltado una fuerte risa.
- ¿Dime que mierda quieres? - inquiero mirando mi pelo rubio.
- Maddie vendrá a mi casa para que la ayude con su disfraz pasa por acá y nos llevas - me informa.
- A ti no te pienso llevar - sentencio observando ese tinte verde que debo pasar por mi pelo.
- Cuando está noche sea la mejor de su vida me lo agradecerán - declara con magnetismo y corta la llamada.
¿Qué mierda trató de decirme?
Dejo de la lado las palabras de Helena para concentrarme y pintarme con ese tinte verde todo el cabello hasta que mi hermano entró a la habitación para partirse de risa cuando me vio.
- Eric - bufo molesto.
- ¡Por dios! - exclama doblandose de risa.
- ¡Pero que lindo están! - escuchamos las voz de mamá que nos mira súper contenta.
- Siempre somos lindos - acota Eric de forma engreida.
Ella suelta una risa divertida y niega recibiendo un abrazo de mi hermano menor. - Me olvidé que heredaron el ego grande de los Salvatore - bromea estirando su mano para que me una a su abrazo y sin quejarme lo hago.
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Simplemente Ella (8°SAI)
RomanceOctavo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Ella tiene algo que la hace unica. Ella tiene una mirada que puedes ver más allá de todo. Ella es hermosa tanto por fuera y por dentro. Ella me encanta. Owen Clayton creía que su vida era perfecta que...