Capitulo 32.

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¿Acaso se puede ser más feliz?

Mi felicidad no tenía límites, estábamos en nuestro mejor momento totalmente plenos esperando la llegada de nuestro bebé, todavía nos parecía irreal con lo rápido que se habían pasado los meses, Maddie ya se encontraba transcurriendo su séptimo mes de embarazo y todo estaba más que perfecto con ella y el bebé.
Para mi mala suerte el que había experimentado todos los síntomas del embarazo era yo, náuseas matinales, mareos, vómitos, ciertos olores de comidas me hacían extremadamente mal y aumente ocho kilos porque también tenía antojos como ella, menos mal que esto solo fue los tres primeros meses ahora solo trataba de bajar esos kilos de más.

Cuando nos enteramos de la noticia estuvimos llorando alrededor de una hora super emocionados, no lo esperábamos en absoluto ambos íbamos con la idea de que esto sería un proceso largo pero fue todo al revés saber que ella ya estaba embarazada fue hermoso y sobre todo cuando lo vimos por primera vez en ese monitor.

Ese momento es mágico.

No sé compara con nada.

Escuchar los latidos de su corazón es maravilloso.

Cuando fue el momento de contarle a la familia sobre la noticia no hace falta decir cuál fue la reacción de mi loca madre, ella no tiene comparación con nada, grito, lloró y nos abrazó un largo tiempo feliz que sería abuela por primera vez, mi papá también estaba contento pero con el exceso de drama de mi mamá ya teníamos mucho, la familia Meitzner tampoco se quedó atrás mis suegros y cuñados estaban super emocionados con la noticia y estaban consintiendo a Maddie de más sobre todo con el tema de los antojos, ella levantaba su teléfono y le decía a su papá o hermanos lo que quería y ellos no lo dudaban ni un segundo en traerlo sin importar que mi bella esposa abusaba de ellos pidiendo cosas que no debía comer con exageración.

Ella dormía a mi lado con su gran vientre apoyado sobre mi costillas, la única forma que podía descansar bien era pegada a mi cuerpo aunque eso se estaba complicando porque su panza no se lo estaba permitiendo como le gustaba.

Se veía extremadamente hermosa.

Madison siempre fue preciosa pero con el embarazo ella se está tan linda, luminosa y sobre todo muy feliz.

Sentí como su vientre comenzó a moverse, las patadas de nuestro bebé eran fuertes y por eso coloqué mi mano en esa zona para acariciarlo para que se tranquilice y deje dormir un rato más a su mamá.

- Los dos me molestan - se queja media dormida.

- Lo siento bonita - digo sin dejar de acariciar su barriga.

Sus preciosos ojos grises se abren y me observan mientras suspira, cuando el bebé arranca con su maratón de patadas no hay nada que lo detenga hasta que Maddie se levanta y come algo.

Ella asegura que nuestro hijo o hija porque todavía no sabemos el sexo del bebé será muy demandante.

- Voy a preparar el desayuno - acoto levantandome de la cama directo al baño para luego ir a la cocina para ver qué hago para ellos.

Mientras estaba en la cocina no podía dejar de pensar en lo rápido que se habían pasado los meses ya estábamos a nada que el bebé nazca y ambos estábamos ansiosos por eso y más por saber que sería, nuestra familia se había unido a la locas apuestas de mi tío Giovanni y Helena ambos estaban en bandos totalmente distintos, yo quería un niño he visto a mis tíos y ahora a mi cuñado, primo y Adam sufrir por el futuro de las niñas de la familia que sentía que criar un varón sería mejor que una nena porque hay muchos peligros allá fuera principalmente los chicos, no podría con eso pero si en el caso que fuera una niña ya me pondría a buscar alternativas con mi suegro y mis primos para impedir que nadie se acerque a mi pequeña. Maddie también aseguraba que sería un padre super protector.

Simplemente Ella (8°SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora