Capítulo 23.

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Últimamente estuve pensando mucho en mi vida y todo lo que había experimentado estos meses, los mejores debo reconocer aunque en primera instancia no me sentía seguro ahora lo confirmaba estar enamorado o mejor dicho enamorarse había sido un gran descubrimiento. Todavía recuerdo ese simple día la que vi llegar, lo que más me llamó la atención fue la paz que transmitía sólo caminando, desde ese momento se volvió lo más mágico de mi vida.

Madison es y será la dueña de mi corazón.

Ahora creía en esas románticas historias de amor y en ese vivieron felices para siempre, quería todo a su lado. Una vida entera por completo descubrimiento el mundo y armando planes para nuestro futuro.

Había decidido empezar mi plan de independencia, lo que significaba ponerse a trabajar, juntar dinero y largarme de la casa de mis padres aunque mamá haga sus dramas impidiendo que me vaya debía entender que estoy grande y quiero tener mis cosas por mérito propio.

- Mi bebé - murmura emocionada cuando me ve bajando por las escaleras.

- Mamá - digo poniendo los ojos en blanco.

- ¡No me hagas eso! - me reniega.

- ¿Qué sucede? - pregunta papá confundido al ver como mi madre me está abrazando con fuerza sin ganas de soltarme.

- Mamá y su dramatismo - acoto divertido.

- ¡No es dramatismo! - exclama molesta. - Sólo es que mi bebé está creciendo muy rápido - agrega dándome una mirada de tristeza que me obliga a ser yo ahora el que la abraza.

- Cariño sólo empieza a trabajar - dice mi padre mirando con amor a mamá. - Sólo quiere ser independiente - asegura ganando una mala mirada de ella.

- Él me prometió nunca irse de casa - contraataca otra vez dándome un fuerte abrazo.

- Fran - suspira papá - eso te lo prometió cuando sólo tenía cinco años - argumenta negando su cabeza.

- Mamá - me separo de ella para que me mire a los ojos. - No me voy de casa sólo empiezo a trabajar quiero ser independiente porque deseo tener un gran futuro a lado de Maddie y quiero darle todo y más para que ambos seamos felices - digo contando el primer motivo de porque había decidido comenzar con todo esto.

- Pensar que ayer te cargaba en mis brazos y ahora estas próximo a cumplir veintidós años listo para que te suelte - dice entre lágrimas.

- Eres tan dramática pero te amo, mamá - agrego dándole un último abrazo observando como papá se ríe divertido por toda la situación.

Nos llevo unos quince minutos que mamá vuelva soltarme para irnos al bufete de abogados de la familia.
Mi papá junto al tío Julian y la tía Izzy tienen una firma de abogados, son los mejores y más letales del distrito. Sabía que tarde o temprano debía empezar a familiarizarse con esto porque en verdad quiero ser un gran abogado.

- Lo veo y no lo creo - escucho la voz del tío Julian al verme entrar.

- Otro más para el escuadrón - dice mi padre con orgullo.

- ¡Bienvenido sobrino! - exclama palmeando mi espalda feliz. - De a poco están llegando nuestros sucesores - agrega mirando divertido a papá.

Se escucha el ruido de unos tacones y los tres nos giramos para observar la llegada de la tía Izzy acompañada de Alex, ambos venían hablando y sonriendo.

Mi mejor amigo trabaja en la firma desde que empezamos la carrera, él esta mucho más familiarizado con todos y ya había participado en varios juicios siendo testigo de comos nuestros padres son letales en todos los ámbitos.

Simplemente Ella (8°SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora