Capítulo 30.

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Madison.

Cuando era pequeña siempre imaginé este momento, quería algo parecido a un cuento de hadas tener a ese príncipe azul como leía pero cuando una va creciendo se da cuenta que todas esas cosas eran absolutamente mentira y un momento pensé que todo era patético porque a mi vida había llegado un ser espantoso que me destrozó todo mi alrededor pero luego fuí salvada por mi hermano, Lorenzo tenía mucho que ver con esto si no fuera por él hoy no estaría acá pero también todo cambió desde el momento en que Owen apareció, su amor curó por completo mi alma, mis heridas y me enseñó lo que en verdad era amar a un persona sanamente.

Él cambió mi vida entera.

Somos novios hace casi un año y medio, vivimos juntos hace tres meses, todo este tiempo en que nos conocemos solo hizo afianzar nuestro amor, conocernos con exactitud, aprender de otro y sobre todo que cada día ame más ese hombre que la vida me puso en el camino para enseñarme lo que en verdad es el amor. Seguía recordando ese momento en que Owen me pidió matrimonio casi irreal y sobre todo como me sorprendió, fue en el lugar donde supuestamente todo comenzó.

Nuestro lugar favorito.

Solo nos llevo tres meses armas nuestra boda mejor dicho a la señora Fran le tomó ese tiempo organizar este día, no queríamos nada extravagante solo nuestra familia y con todos ellos ya teníamos una gran fiesta.

No podía más con mis nervios.

¡Hoy es mi boda!

Nuestro gran día.

Mi felicidad es inmensa, todavía no puedo creerlo soy un tumulto de miles de sensaciones que están a flor de piel, tengo muchas ganas de llorar, reír, gritar y un poco de miedo es que todo había pasado tan rápido que muchas veces pensaba que solo era un simple sueño que nunca pasaría pero estoy acá dejando que la tía de mi novio terminé de acomodar mi vestido de novia.

Seguía sin poder creerlo.

No quería ni mirar en el espejo hasta que todo esté listo, había elegido un vestido sencillo y elegante muy acordé a mi estilo habitual.

- Lista Maddie - escucho la voz de Catalina que se levanta y se para a lado de mi madre que ya está súper emocionada.

- Mamá - la regaño a nada de ponerme a llorar.

Mis sentimientos están a flor de piel.

- Lo siento hija - murmura secando sus lágrimas. - Estás hermosa cariño - agrega mirándome con mucho amor.

- Es momento que te mires Maddie - dice Cata con una gran sonrisa.

¡Estaba nerviosa!

Giro lentamente con mis ojos cerrados para luego suspirar y abrirlos para encontrarme con mi imagen reflejada en ese espejo admirando en su totalidad mi vestido, perfecto, sencillo y elegante. Lo que quería.

 Lo que quería

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Simplemente Ella (8°SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora