Capítulo 1: Un día se hará realidad

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Hola, tenía mucho tiempo de no hacer un fanfic como tal. Había publicado antes un one-shot que les gustó a unas cuantas personas, me alegro mucho, pero como dije antes, el fandom está muerto en estos suburbios de internet, así que decidí hacer algo al respecto

Hice un pedido especial para que pudiera usar el OC de KanadeSilver, una amiga mía que también me dio la imagen para la portada de este fanfic, la podrán encontrar en Devianart bajo este mismo nombre.

Esta historia va contener muchos personajes inventados por mí que espero les gusten, les parezcan divertidos o por lo menos, decentes para su papel. También incluirá personajes de las novelas, pero con varios cambios porque no las he leído todas y porque este es un universo alternativo. Motivo por el cual muchos personajes no actuaran por cómo los conocen y muchas cosas van a cambiar.

Sin alargar más esto, espero les guste mucho y espero sus opiniones en los comentarios. ¡Disfrútenlo que es para ustedes!

Capítulo 1: Un día se hará realidad.

Cada mañana ella toma un baño, se lava bien todas sus partes y se asegura de estar limpia y que su cabello este siempre bien cuidado; este es largo y de color blanco, así que piensa que su cabello puede dañarse fácil y mancharse debido a su color. Y su piel blanca y suave, perfectamente hidratada, también se lo cuida todos los días.

Porque para mantener el cuerpo bien solo necesita jabón, champú y amor.

Frente al espejo, con el cabello un poco mojado y envuelta en una toalla blanca, mira con cierta molestia que su pecho ha crecido un poco más, como si no fueran lo suficientemente grandes ya, así como que es un poco más alta; eso le alegra.

Sonríe y va hacia su armario de madera de roble para vestirse para el día de hoy, para ir a la escuela con su mejor amigo quien, si ella se tarda mucho, le espera abajo, en la sala.

Una vez está lista con su uniforme puesto de la preparatoria Raizen; una escuela como cualquier otra en la que suceden un montón de cosas que la mayoría no recuerda y en la que se imparten clases todos los días sin que ella entienda bien que está aprendiendo, está lista para desayunar.

—Kanade, ¿puedes bajar? Ya está listo el desayuno —dijo una voz pasiva en un tono algo alto para que ella escuchara—. Aunque no creo que sea lo mejor, pero me esforcé...

Esto último no fue escuchado por Kanade, pero respondió afirmativamente al llamado y una vez tomara su celular, sus llaves y algo de dinero, bajaría. Eso no tomaría mucho tiempo.

Estaba feliz, pero una vez vio el desayuno con el pan tostado casi quemado y los huevos semi-crudos, se le fue el apetito y la sonrisa también.

—Lo lamento, Kanade. Me acabo de levantar y ayer no pude pedir comida. Espero que no esté tan mal, pero no sé cocinar —dijo con una pequeña sonrisa, todo sería más lindo si ella no estuviera en pijama y con unas ojeras terribles, parecía que tuviera marcador negro.

—No, está bien, mamá. Estuviste trabajando muy tarde, deberías dormir —contestó apenada y empezó a comer su pan con mermelada de fresa—. Ayer te oía hablando por teléfono... Parecías molesta, ¿quién habló?

—Tu padre. No estaba molesta, es solo que... Un "buenos días" a las tres de la madrugada no es gracioso.

Kanade dio una risita, pero su madre sonrió después de un segundo y ambas rieron un poco.

El nombre de su hija lo había inventado su padre al significar: "tocar una melodía", le pareció un lindo nombre para su hija. Sobre todo, porque él se dedicaba a ser música. Siempre andaba visitando otros países, dando conciertos. A veces los llevaba a ellas, pero otras no porque no quería que Kanade se atrasara en la escuela.

Este maravilloso mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora