Una vez en la mesa, todos fueron deleitados por el buen olor de la comida, Kanade hizo una gran sonrisa con los ojos cerrados, con las manos detrás de su espalda, orgullosa de sí misma.
—No es porque tenga hambre, pero esto huele muy bien, Kanade-chan.
La hija sonrió con triunfo y asintió con la cabeza una vez.
—También se ve muy bien.
Ante los elogios de sus padres, asintió de nuevo con la cabeza, sin dejar de sonreír. Abrió los ojos y se quitó el delantal rosa por fin, quedando con solo la blusa blanca de su uniforme escolar, para abrazar a su padre mientras él estaba sentado.
—Bienvenido a casa, papá. Esta vez no fallaré, así que pruébalo, adelante —dijo muy confiada y soltó a su padre quien estaba sonriente.
—Ahí voy, tranquila, tú nunca me has decepcionado, excepto cuando te pones del lado de Reine-chan, eso es injusto.
Reine solo sonrió con diversión, pero decidió probar la comida, al igual que el hombre.
—¿¡Cómo está?! —preguntó un poco nerviosa.
—Mejor que lo que he comido en estos días, está muy bueno, espero que tengas más porque no he desayunado.
—¡Claro, hice bastante por si tenías más hambre!
Después de todo, el esfuerzo rendía sus frutos. Había una olla grande en el centro, encima de una tabla para que no dañara la mesa de alguna manera con el calor. Dentro de esta olla estaba el estofado de res con papas y zanahorias que Kanade había hecho, además de arroz frito a un lado para acompañar y una jarra de Conga; esa bebida extraña, pero deliciosa que había aprendido antes, esto tuvo que prepararlo con un día de antelación para no tener que estar exprimiendo jugos.
—Bueno, siéntate a comer, Kanade. Tú también debes comer la deliciosa comida que has hecho. —Ella no tardó mucho en sentarse a comer y servirse la cantidad que quería en su plato—. ¿Te fue bien, Doji-kun (Descuidadito)?
Su hija rio ligeramente, pero Reine se mantuvo con buen humor, ambos podían jugar ese juego de apodos que resaltaban las fallas de cada uno. Solo para Kanade no había ninguno, aunque para su padre siempre sería su "pequeña Kanade".
—Me fue muy bien, aunque entre la emoción, le regalé mi guitarra a un fanático, después de autografiarla, claro. Lo bueno es que fue la acústica, tuve que comprarme otra, pensé que traía dos o que alguien me la prestaría para los eventos, pero no... También estuve en varios eventos pequeños para esa serie que miras, Kanade-chan. —Después de eso, tomó otro bocado de comida, muy feliz por estar comiendo comida casera, hace mucho que no la probaba.
—¡Kokoro no ōkoku (Reino para un corazón)! —respondió con emoción—. Hoy por fin me di cuenta de que la canción que hiciste dura más de dos minutos, algo que no suele pasar, papá. Mamá me dijo que no querías hacerlo...
—Sí, eso, me había olvidado del nombre. —Bebió un poco de su vaso y se acomodó mejor el cabello largo que le caía a los hombros, dejando su frente libre en su mayoría—. Bueno, no queríamos que pensaran que nos habíamos vendido ni que ahora nos dedicaríamos a hacer canciones de series que solo duraran un minuto y un poco más. Fue difícil que aceptaran una canción tan larga, la original dura un poco más de los cuatro minutos, pero tenían muy poco tiempo, dejaron el tema de apertura hasta el último, igual el de cierre.
—Pero lo hiciste genial, papá. A todos les gusta tu canción, también la de cierre, aunque muchos no me creyeron que eras mi padre... —El hombre dio una pequeña carcajada.
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Este maravilloso mundo
FanfictionEste maravilloso mundo; uno con problemas normales, sin organizaciones militares en busca de espíritus, sin seres de otros universos que causen problemas, con los problemas del día a día, uno en el que Shidou Itsuka tiene una vida normal. Sí, demasi...