Capítulo 4: Solo un chico, más que un hermano

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Shidou corrió a casa con la cena de esta noche, aunque era comida que Kanade había hecho para un desayuno, pero eso no tenía importancia ahora. De hecho, la mente del joven solo podía imaginarse el rostro desaprobatorio de sus hermanitas, sobre todo el de Kotori.

Kotori Itsuka era una chica linda, de cabello largo siempre en dos coletas, este era de un color rojo, ella también tenía ojos de un color parecido al rojo, no muy bien definido, pero de un tono brillante, no era mala, excepto cuando se enojaba y lo peor de ello no eran sus golpes o patadas, sino que después se ponía a llorar.

Shidou, después de haber dejado el apellido Takamiya, como Mana, pasó a ser el hermano mayor y pronto se dio cuenta que su hermanita Kotori era una llorona. Mana, quien siempre había sido su única hermanita, estaba claramente harta de que Kotori le arrebatara a su hermano cada vez que podía y que su hermano estuviera de acuerdo.

En general, se llevaban bien, pero ahora que no había padres supervisando, Shidou no estaba seguro de si ellas podrían llevarse bien, sobre todo ahora que tendría que arreglar las cosas con Kanade y quien sabe, tal vez estaría más tiempo saliendo con chicas que en otras ocasiones, puesto que Mukuro le había invitado a salir una vez arreglara sus problemas.

—¡Ya llegué! —anunció el chico al abrir la puerta de su casa y verlas a ambas empujándose con las piernas mientras con las manos estaban con el control de la televisión; el aparato estaba como loco cambiando de canal y subiendo el volumen o bajándolo—. ¿¡Qué hacen!?

—¡Onii-chan! —Kotori sonrió ampliamente y soltó el control, la inesperada acción causó que Mana cayera del sillón

—¡Nii-sama! —dijo la recién caída una vez pudo levantarse, pero ya era tarde, Kotori ya estaba abrazando a Shidou—. Ahh...

—Lo siento, pasaron muchas cosas con Kanade, pero me preparó algo especial y lo comeremos todos juntos, no se preocupen.

—¡Ya era hora! —Kotori le arrebató el traste de comida y lo llevó a la cocina—. Sí que estuviste mucho tiempo con tu amiga... ¿Planeabas dejarme morir de hambre?

—Claro que no, sabes que no las dejaría así. Y más te vale servir para todos, Kotori, recuerda que somos tres. —La chica gruñó por lo bajo, en realidad no quería servirle comida a su hermana porque no había podido ver su programa favorito en la televisión.

Shidou se acercó un poco más relajado a Mana, quien no se movió del sillón y estaba enojada. Ella se parecía mucho a Shidou; su cabello era azul y lo traía suelto, sus ojos eran color marrón con un pequeño lunar debajo de su ojo izquierdo y era calmada la mayoría del tiempo, además de alegre y un poco bromista; esto último no tenía nada que ver con Shidou.

—¿Peleándose por el control? —Ella asintió con la cabeza con molestia, él le acarició la cabeza con una sonrisa—. Mana, ella también es tu hermana, traten de ser amigas, ¿de acuerdo?

—Sí, es mi hermana, pero YO soy tu hermana de sangre —dijo con mucho orgullo y haciendo énfasis en su posición, Kotori apretó los dientes y salió de la cocina, Shidou ya se veía venir la tercera guerra mundial.

—¿¡Y eso qué, Mana?!

—No sé, solo quería dejarlo claro, Kotori-san —dijo con una sonrisa de superioridad mientras Kotori apretaba los puños y los dientes.

—¡Shidou es mi Onii-chan, la sangre no importa!

—Claro que importa, ¡nací siendo su hermanita, no porque un papel lo dice!

—Oigan...

—¡Maldita! —dijo ella con fuerza y sumamente enojada, Mana solo le sacó la lengua y ahora estaba de pie, esperando la confrontación.

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