Capítulo 12: Lo que es y no será

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Hola a todos, es bueno volver, como hubo un voto para el anterior capítulo y hay personas que están leyendo esto, aunque no se compara con los demás fanfics que tienen mucho más de lo que yo aspiro, me agrada su retroalimentación.

Por eso vengo con un nuevo capítulo, espero que les guste.

Leyendo el mensaje de texto que había compartido hace unos días con una chica especial que lo había ayudado mucho, Shidou tenía muchas ideas, pero ninguna concreta. Había leído mucha información, jugado a un juego de citas y sufrido una reprimenda de Kotori por casi dejarla sin comer, algo totalmente dramático de su parte, pues no sufrió mucho. Sin embargo, el sábado estaba a la vuelta de la esquina y ni había decidido en donde se vería con su cita, ni a dónde irían, ni nada por el estilo, solo había aceptado y prometido ir.

«Maldición, si tan solo supiera un poco más de ella, aunque en esta cita podría conocerla más, pero no sé a qué lugar llevarla, podría escoger uno que no le guste y desde ahí empezaríamos mal». El chico suspiró con decepción y la maestra se despidió del grupo, incluso dejó tarea y se fue, también el timbre que marcaba el almuerzo pudo escucharse, pero solo se dio cuenta de todo lo que se perdió cuando Kanade llegó para tomarlo de los hombros.

—¡Ah! —Se hizo para atrás y su cabeza quedó entre su pecho, ella se sonrojó un poco.

—Perdón, Shidou. No quería asustarte.

—Ah, eres tú... —Luego se dio cuenta que estaba entre algo suave y se levantó rápido con un sonrojo notable en sus mejillas—. ¡Perdón!

—Vaya, tan cariñosos a la hora del almuerzo, será mejor que deje a la pareja vivir su romance.

—¡Tonomachi! —dijo Shidou con molestia, mientras escuchaba un poco los comentarios que involucraba a Kanade y a él, la chica solo se sonrojó un poco.

—Shidou no es... No es eso para mí.

—¿En serio? Pero siempre están juntos los dos —dijo una de las chicas y a Shidou se le estaba empezando a caer el mundo, sus ojos se volvieron más pequeños, pero su amigo sonreía con cierta malicia.

—Y cuando necesitas un libro, Kanade-san, él siempre se ofrece.

—Bueno... Eso es porque...

—Y se van juntos a casa, creo que también vienen juntos.

—¡Eso es porque vivimos cerca! —dijo Shidou, ya un poco nervioso y alterado, parece que todos habían sacado todos los argumentos posibles y Kanade también estaba nerviosa, varios de sus compañeros lo estaban rodeando—. No hay nada de raro en eso, somos amigos...

—¡No mientas, Itsuka-kun! —Ahora eran un par de chicos quienes le señalaron—. Se comparten el bento, ¡y has podido abrazarla con tus manos, maldito!

—¡Cierto, cierto! —dijo otro y las chicas empezaron a mirarlo—. ¡Nosotros vemos a través de tus acciones, Itsuka-kun! ¡Eres un descarado que mira a otras chicas teniéndola a ella!

—¿¡Qué?! —Shidou temió por su vida, las chicas lo fulminaron con la mirada mientras Kanade no sabía qué hacer, todos iban tras Shidou.

—¡Amigos, amigos! —Tonomachi entró al círculo para tomar del hombro al chico—. Mi amigo aquí presente no sería capaz de eso, Shidou está entre los chicos más amables de la escuela, además, Kanade-chan, aquí presente también, no se ha quejado de ninguna manera de él, ¡déjenlos disfrutar su vida escolar juntos!

—Muy bien, esto ha llegado muy lejos —dijo una voz seria proveniente de una chica con cara de muñeca, sin mucha emoción, aunque estaba más seria de lo habitual, mirando a Kanade directamente con sus ojos azules.

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