Cap #2: Pequeños Problemas

10.9K 1.1K 223
                                    

Él sonido de la alarma despertó a un rubio malhumorado, podría no asistir a clase pero era él segundo semestre y además de eso en una unversidad nueva, no podía darse él lujo de faltar y luego lidiar con sus padres y las bajas notas, así que sin mas se levantó y se dispuso a organizarse para ir.

Su closet estaba lleno de ropa bonita, no toda era de marca pero siempre buscaba la manera de verse bien y presentable, aunque tenía dinero no se exigía a si mismo comprar ropa de solo diseñadores famosos, si algo le parecía lindo y cómodo simplemente lo compraba sin importar que no fuera de una etiqueta reconocida, si lo hacía lucir bien, eso era lo que realmente importaba.

La mayoría de sus pantalones eran pegados a su cuerpo, le gustaba lo bien que se resaltaban sus piernas y su trasero, no era engreído pero tampoco le costaba reconocer su belleza, tenía camisas, busos, abrigos, trajes, de todo podría decir, su closet era amplio y lleno de prendas, pero siempre buscaba las mismas aunque tuviera mas ropa.

Optó por un buso de cuello largo color blanco y un pantalon negro rasgado en sus rodillas que le apretaba sus extremidades y unos zapatos del mismo color.

Luego de ducharse se quedó un rato en él tocador, peinaba pulcramente sus hermosos cabellos rubios dejando dos flequillos a los lados de su frente, aunque no era de los que se hechaba maquillaje en exceso como algunos homosexuales tenían costumbre, se delineaba brevemente sus ojos y se hechaba un poco de sombra café para darle mas profundidad a su mirada, además de eso utilizaba bálsamo labial transparente con sabor a fresas, nunca usaba de color puesto que sus labios ya eran rojitos naturalmente. Tambien tenía varias perforaciones en sus orejas y le gustaba ponerse pendientes en ellos.

Luego de sentirse satisfecho con su trabajo, bajó a la primera planta de su gran casa, no era una mansión exactamente pero era un hermoso y amplio apartamento que compartia con sus padres aunque la mayor parte del tiempo estos no estaban, sin embargo eran muy atentos con su hijo y no dudaban en sacar días de la semana para dedicárselos únicamente a él y los amaba por ello.

No tenía un auto y prefería así ya que nunca sintió la curiosidad y tampoco tenía disposición para aprender a conducir, pero sus padres sin embargo tenían tres camionetas disponibles en el estacionamiento del lujoso edificio donde vivían; y además de eso contaban con un chofer eficiente en su trabajo amable y puntual, su nombre era Mark, era joven apuesto y elegante, él era el encargado de llevarlo a la universidad y recogerlo allí mismo.

Al llegar al estacionamiento Mark ya estaba esperando por él, parado al lado de una de las camionetas la cual era completamente negra de vidrios polarizados, le sonrió amablemente y lo saludó con su educación palpante como siempre.

-Buenos días joven Jimin- Abrió la puerta del auto y le hizo un ademán para que entrara en él asiento del copiloto.

-Buenos días Mark, ¿como estas?- lo saludó de vuelta cuando ya estaba adentro también.

-Muy bien joven ¿como esta usted?-

Él era muy educado, tanto que incluso a veces Jimin se sentía incómodo hablando con él ya que la mayoria de las veces parecía un albañil dejando un regero de groserias cuando pasaba por cualquier lado, aunque entendía que ese era él trabajo de Mark le gustaba que en algunas ocasiones se tomara él atrevimiento de dejar los honoríficos y se dirigiera a él con mas confianza.

-Ya sabes que puedes decirme solo Jimin. Y respondiendo a tu pregunta si estoy muy bien- le sonrió

-Como usted diga Jimin- Soltó una pequeña risita.

Durante él camino no hablaron mucho, aunque él rubio era muy extrovertido y le gustaba hablar mucho con él personal de servicio que tenían contratados sus padres, Mark se sentía apenado por la confianza que le brindaba él joven rubio, no quería parecer un aprovechado y faltarle el respeto así que evitaba soltarse ligeramente.

CAYENDO POR TI [Kookmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora