Días habían transcurrido y él se encontraba sumergido en la felicidad superficial y la agonía interior, carecía de fervor y felicidad, no tenía un incentivo que lo hiciera sentirse completamente vivo, se refugiaba en fiestas, drogas y dinero.
Sus padres nunca estaban y agradecía no tener que lidiar con su presencia, su casi mansión era únicamente habitada por él y su empleada, aprovechaba tal libertad para llevar a cualquier chica que consideraba hermosa y le regalaba un buen polvo, su mente trabaja duro por alejar a tal sujeto que estaba renuente a abandonarlo.
Su ego estaba herido pero no tanto como su corazón, reconoció y aceptó cada error del pasado, comprendió el daño que había causado y lo arrepentido que estaba, la vida le había puesto al amor de su vida en frente desde tiempos memorables y él se dedicó a dañarlo.
Ya estaba dispuesto a pasar la página y empezar de cero, curar cada herida y recompensar el tiempo perdido, pero era inútil y sus anhelos eran cruelmente olvidados, porque después de todo Jimin jamás regresaría.
Le hubiese podido guardar rencor por ilusionar lo, pero no tenía caso, era tan culpable que no le quedaba mas remedio que aceptar y eso es todo.
Sentado en la alfombra de su habitación con un cigarrillo en mano y recostado en su cama, pensando en cada cosa, lo bueno y lo malo, lo que pudo hacer y lo que no, pero su pensamiento favorito era recordar aquellos ojos color avellana.
Se odiaba por depender tanto de una persona pero culpaba a los labios mas apetecibles y al ser mas tierno, su ex novia, con la cual terminó días atrás, no le llegaba a los talones al ser mas hermoso que jamás había visto, Jimin era todo para él, lo mas parecido a un ángel, amaba su voz, su rostro, su cabello sedoso, su cuerpo hermoso y esbelto y él lo veía de tal manera que pareciera que sostenía el mundo en sus manos.
-Nadie te amará como yo, de eso estoy seguro...- susurró en medio de una sonrisa, atormentándose y lamentando todo, estaba jodido pero de alguna manera podía recordar como se sentía su presencia-
Había perdido las ganas de todo, el cariño que le tenía a su familia si alguna vez existió, estaba seguro que ahora no había rastro de él, nunca se detuvo a pensar en el daño que había causado por culpa de sus parientes y sus enseñanzas erróneas, pero ahora que pudo ver con claridad lo equivocado que estaba, deseó jamás seguir sus pasos, pero era tarde y no había marcha atrás.
Intentó conseguir apoyo por parte de sus amigos pero se dio cuenta de que todos estaban igual o peor que él, tan jodidos por amor y vulnerables ante la sociedad, inseguros de escuchar su corazón y sometidos bajo la ignorancia de una humanidad sin clase.
Había escuchado con detalle los problemas de cada uno y comprendió la fachada que mostraban, la manera en la que mentían por aparentar y no ser juzgados y sobre todo lo heridos que se encontraban.
-Deseo tenerte aquí y borrar con amor lo que alguna vez fue motivo de lágrimas- susurró de nuevo, perdido en la agonía, en las ganas de hacer algo al respeto y en el miedo de ser rotundamente rechazado- ¿Que tan difícil se pone la cuestión para nosotros Dios?-
Preguntó al cielo. Lo hacía constantemente negándose a creer que era un alma desdichada sin suerte, necesitaba mucho de Jimin y estaba dispuesto a todo por él, pero no quería arriesgarse sobre todo cuando no sabía si todo aquello era mutuo.
Para este punto como tantas veces, lágrimas gruesas y saladas se resbalaban por sus mejillas, no ganaba nada con llorar y mucho menos Jimin regresaría, pero la grieta en su pecho y la desolación no pensaban abandonarlo jamás, como su esencia.
Pensaba que se estaba volviendo loco, hablaba solo y extrañamente sentía la presencia del rubio acariciando su piel, se había apegado sentimental y espiritualmente, tanto que además de no abandonar sus sueños, podría jurar que le acariciaba el alma.
Su celular vibró, notificando la entrada de un mensaje, haciendo grandes esfuerzos por acostumbrase a la luz, gracias a la oscuridad de su habitación en la que estaba sumergido, lo abrió.
"Solo te pido que no lo arruines"
-JinLeyó, esa simple frase la cual no comprendió en su totalidad, era una petición estaba claro, pero no comprendía con exactitud el significado de esto, tenía profundidad pero su cabeza estaba en tal lejanía que no entendía lo que quería decir.
Sonrió con ironía, porque ya lo había arruinado todo, independientemente a lo que se refería su amigo, lo único que consideraba importante se escapó de sus manos, hechó a perder lo mas preciado y lo que creía de prioridad.
Dejó caer el celular sin responder, porque era una promesa abierta y él no tenía respuesta alguna, no podía prometer nada cuando ya lo había hecho y a pesar de que siempre fue tachado como "perfecto" para muchos, era completamente lo contrario.
-Lamento defraudarte Jin, pero el fracaso está ligado a todo lo que cae en mis mano- respondió al aire, en la soledad de su habitación y sin nadie mas que lo escuchara, con la compañía de las estrellas y la luna que se alzaba resplandeciente en su ventana, siendo testiga de su sufrimiento y de lo mucho que anhelaba tener en sus brazos a Jimin-
No le quedaba nada mas que dinero y no le importaba, no lo quería, entregaría toda su fortuna con tal de tener al rubio en sus brazos, sonaba loco y exagerado pero estaba tan perdidamente enamorado que lo haría sin dudar, cuando se quiere realmente lo demás pasa a un segundo plano, no de manera extremistas como lo estaba pensando él, pero si se podía considerar.
Pero... cuando perdía todas las esperanzas, cuando creía que nada en la vida podía sacarlo de aquella tormenta, el timbre de su casa sonó.
Se paró con desgano, lamentándose por darle el día libre a su empleada y tener que sufrir la humillación por lo desagradable que se veía su casa el día de hoy y por lo desaliñado que estaba él, su aspecto era del asco pero no tenía ganas tampoco de querer lucir bien.
El cigarrillo que tenía en sus manos se había consumido por si solo y la pequeña mecha la tiró en un rincón de su habitación, se paró detrás de su puerta y respiró profundamente, armándose de valor para enfrentar a quien estuviera pidiendo por su presencia.
Abrió lentamente, su respiración se cortó, quedó paralizado y repentinamente su casa se sentía pequeña, a tal punto de asfixiarlo.
-Aún no escribimos un final- su voz
Holiwi :)
Si hay algún error de ortografía me dicen por favor❤Pdt: El Kookmin/Jikook es real, lo demás referente a ellos NO EXISTE, sin embargo lo toleramos :v
ok no, bye :)
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CAYENDO POR TI [Kookmin]
RomanceDespués de tantos años Park Jimin regresa a su ciudad natal, encontrándose con todo aquello que hizo parte de su niñez, su antigua casa, sus amigos y su primer amor, Jeon Jungkook. Con él pasar de los años ambos crecieron siendo polos opuestos, mie...