Cris y Ethan llevaban una relación de maravilla, pero en el cumpleaños número dieciocho de Cris un hombre de ojos rojos aparece y se lo lleva misteriosamente.
Peligros, nuevos personajes, y parejas aparecerán en esta historia...
¿Estás dispuesto a l...
El pelinegro no se iba a dar por vencido, informo a la familia, ellos muy preocupados le dijeron que lo ayudará, Ethan les sonrió para luego asentir, no perdió el tiempo y luego de que desaparecía esa misteriosa persona junto a su mate, llamo rápidamente a su beta.
—¡Zak! Llama a los jefes de las tribus cercanas, esto es un asunto de alta urgencia.
—Entendido alfa.
Zak contesto enseguida y se dispuso a realizar lo que le habían ordenado, cuando Ethan llegó a la manada a toda velocidad los jefes de las manadas cercanas ya se encontraban en la sala de juntas.
—Señores, los he convocado aquí para un asunto de urgencia, mi luna ha sido capturado por un extraño, pero sospecho que es un vampiro, hemos tenido numerosas guerras y discordias con ellos, por lo que creo que esta es su manera de amenazarnos.
Todos empezaron a hablar a la vez unos preguntando sobre la luna la cual no se había hecho oficial, ya que bueno, la manada de Ethan era la manada más fuerte y al tener una luna este fortalecía o en todo caso caía como es lo que está sucediendo ahora ya que se podía ver que Ethan constantemente se tocaba la cabeza como signo de dolor por tratar de comunicarse con su mate. Una mujer que también era alfa en su respectiva manada se levantó de su asiento con lentitud, esa mujer era una fuerte guerrera y de duro carácter; ella no estaba dispuesta a soportar esto, miro a cada hombre en la habitación y con potente voz de alfa la mujer de nombre Daira hablo.
—Discutiremos de eso luego, ahora es necesario encontrar a la luna del alfa.
—Gracias Daira, pero es cierto, hay que encontrarlo, y creo saber dónde se encuentra...
Los alfas de cada manada quedaron de acuerdo de ir al lugar donde suponían se encontraba Cris, cada uno ofreció llevar a su beta al mando y a varios soldados.
Ya listo el plan, se convirtieron rápidamente en lobos y con un gran aullido llamo a su manada para luchar contra los vampiros.
Pov-Cris
Han pasado varias horas y el chico tenía mucha hambre, el mismo hombre de antes había entrado a su habitación minutos antes, Cris no le había quitado el ojo de encima, cuando entro simplemente le tiró un libro a la cabeza y se sentó junto a él.
Cris estaba temblando, rogaba para que no lo lastimara de nuevo, y pedía para que quien sea lo rescatará, el hombre no despegaba su mirada del pelirrojo, lo observaba de manera enferma, analizando cada parte de su cuerpo, era como ver a un león asechar a su presa indefensa.
—¿Qué edad tienes?.
Su voz era profunda, y a pesar de parecer tan joven, su voz podía hacer temblar hasta al hombre más fuerte, lo que causo que el pequeño chico temblara de terror, apretó su puño contra las sabanas y contesto.
—Acabó de cumplir d-dieciocho.
El hombre le sonrió de lado, Cris estaba muy nervioso, tanto así que el libro se le callo de las manos por accidente, y aunque lo recogió rápidamente no evitó que el hombre le soltará una fuerte cachetada dejándolo mas que asustado. Cris soltó un pequeño sollozo, su mejilla le ardía y podía jurar que estaba más roja que un tomate por el impacto.
—P-por favor no me lastimes, ¿q-qué te he hecho para que me t-trates así?.
El chico de cabellos blancos tomo de la camisa al pequeño chico acercándolo a pocos centímetros de su rostro y lo miro directo a los ojos, unos ojos tan rojos que podían confundirse con la sangre misma.
—Mi nombre es Víctor, rey de los vampiros, mira niño, a lo largo de los años encontré a mi alma gemela, lamentablemente era una sucia perra, así que la mate, ahora veo a un lindo y tierno chico puro, pero para mí desgracia este es mate de mi enemigo. Lo cual lo hace más interesante... ¿Quieres jugar conmigo primor?...
Cris no había entendido muy bien esa última frase, hasta que vio como con violencia el hombre le arrancaba la ropa a tirones, el joven al ver sus intenciones intento defenderse viendo como este le rasgaba su ropa con rapidez, le rasguño el rostro y lo golpeo pero nada funciono, al ver como su esfuerzo era nulo empezó a llorar y a gritar pidiendo ayuda desesperadamente.
—¡S-suéltame!, ¡Suéltame por favor!, ¡No quiero!, N-no me gusta, ¡¡AYUDA!!, ¡Por favor alguien!, ¡¡Ayuda!!.
—Eso es pequeño, grita, grita solo para mí.
El hombre tomo los dos brazos de Cris y los aprisionó, el pobre chico no podía moverse, y aunque su garganta se desgarrarse por cada grito que hacía, este parecía no escucharse...
