Me quedé junto a su camilla esperando una contestación que jamás llegaría, eso era lo que me causaba más dolor, pero el motivo de mi visita era para recobrar la esperanza, para que cuando él pudiera despertar se encontrara con mi versión mejorada.
— Tus padres vinieron a verte mi amor —veo mis manos sin saber cómo seguir — necesito que lo sepas, Jackson, en alguna parte sé que me escuchas —acaricio su mejilla— tú siempre serás mi esposo, mi amor, así pasen años y no despiertes —algunas lágrimas se deslizaron por mis mejillas— porque te amo y me niego a creer que tú deseas abandonarme yo nunca te abandonaré, lo hice antes fue porque no sabía cómo lidiar con esto, por favor, perdóname.
Mis dos minutos se habían acabado, pero me sentía incapaz de soltar a, Jack, mientras lloraba en su pecho me sentía como si una pesada carga se fuera, aunque no mostraba mejorías tampoco empeoraba y eso era suficiente para que yo siguiera tomando fuerzas. Me había equivocado, seguiría dado por muerto al amor de mi vida mientras este seguía luchando por su vida.
— Clarissa — la voz amigable de, Sean, hizo salir del pecho de mi esposo — Lo siento.
— Gracias por haberme dejado entrar, Sean —besé su mejilla y me fui de la habitación de, Jack.
Limpié mis lágrimas siguiendo mi camino fuera del hospital, mañana vendría de nuevo a la hora de la visita, a pesar de haber pausado mi vida sabía que eso no era lo que, Jack, quiere para mí y necesitaba regresar a la rutina, porque, aunque aún sigue siendo doloroso verle en ese estado, entre más ocupada estuviera menos tiempo tendría para sentirme deprimida, debía continuar con mi vida.
— Clarissa, espera — Sean, llegó corriendo y me tomó por el antebrazo cuando estaba a punto de hacerle parada a un taxi— mi turno está por acabar, quédate hasta que termine.
— Quiero llegar a casa, mañana tengo que trabajar.
— Te invito a cenar.
Terminé por aceptar, estaba algo cansada y lo del trabajo no era del todo mentira, necesitaba volver a trabajar, no precisamente mañana, pero si debía retomarlo. En casa para la cena no me esperaba nadie, Mike, llevaba días desaparecido en unas vacaciones improvisadas, Elizabeth, estaba con, Steven, seguramente acostados en cucharita viendo algo en la tv y, Matt, seguramente estaría con, Malek, gritándose, así que en resumidas cuentas me esperaban unos macarrones con queso que se terminaría comiendo, Canela.
Canela, últimamente me había podido olvidar de ella, si, Jackson, lo supiera estaría muy molesto conmigo, ella es más nuestra bebé que nuestra mascota, todo este tiempo, Matt, es quien se ha hecho cargo de ella mayormente, pero ahora también entraba en mi lista de pendientes que poco a poco iba agregándole más cosas.
Media hora más tarde, Sean, salió del hospital para reunirse conmigo, se veía cansado y por alguna razón también triste.
— ¿Está todo bien?
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Frágil [1° Trilogía Puntos De Quiebre ]
Любовные романы[BORRADOR, SIN EDITAR] Cuando la vida te arrebata sin previo aviso la felicidad no puedes más que sentirte «frágil»