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Entramos al cuarto de donde venían los gritos. Fue una reacción, un simple impulso, pero al ver el puño de, Steven, en dirección a la cara de mi hermana me había puesto en medio de ambos intentando frenarle de una manera inútil ya que el golpe me había impactado a mí en lugar de mi hermana, lo que hasta cierto punto era mejor.
Steven, pareció salir de su trance o lo que sea en lo que malditamente se encontraba, sin embargo, poco podían importarme sus razones y estoy segura de que los gemelos, en especial, Matthew, tampoco le importaba ya que él junto con, Malek, lo sacaron arrastras de la habitación. Les seguí por un momento para ver cómo, Malek, recodándole en la pared del baño, que era la que seguía del cuarto principal en el que ellos estaban, lo golpeaba una y otra vez haciendo que su boca sangrara, esperaba que al malnacido al menos le quebraran una costilla.
Desearía yo misma patearle, pero, Elizabeth, me necesitaba y ellos se harían cargo mejor de lo que yo podría hacerlo, así que entré a la habitación nuevamente e inclinándome me acerqué a mi hermana que lloraba abrazando sus piernas, era inútil el intentar calmarla.
— Por favor —Me ve con lágrimas y desesperación— has que paren, por favor.
Malek dejo su puño suspendido en el aire al escuchar los sollozos de, Lizzie, que había decido salir de la habitación. Matt, apretaba los puños claramente desconforme con la petición de mi hermana, esto no sería tan fácil de dejar pasar porque algo me decía que esta no era la primera vez que sucedía, simplemente, Elizabeth siempre ha sido buena actriz y ocultando cosas, pero no por ello me lastimaba menos el que mi hermana hubiese estado aguantando esto sin decir nada.
— La Policía se encargará de él chicos.
Los sollozos de Elizabeth en lugar de disminuir parecieron aumentar ante la mención de la policía haciéndose cargo de su esposo ya que empezó a negar una y otra vez llorando.
— Por favor déjenlo así.
— ¿Y por qué maldita razón, mariposa? —le dio otro puñetazo a, Steven, en la boca— a ella no la vuelves a tocar.
— Mathew —gritó mi hermana— Por favor, por mí.
— Por ti lo voy a matar.
La amenaza de Matt estaba lejos de ser vacía, estaba furioso y eso era posible que nublara su razón. Yo también le deseaba muerto, pero no que mi mejor amigo tuviese que pagar mas adelante por ello, porque sin importar la razón una muerte siempre pesa y nadie quería eso para, Matthew.
Malek, pareció leer mis pensamientos porque dijo — Yo me haré cargo.
— No, Malek — Elizabeth tomó su mano— solo llévenme lejos, por favor.
Steven, guardaba silencio, aunque no era mucho lo que podía decir con, Matt, sujetándolo del cuello y, Malek, frente a él dispuesto a darle una paliza peor de la que ya estaba recibiendo.