Si me pidieran que escogiera una sola cosa para ver el resto de mis días, sin duda elegiría tus ojos. Porque si puedo ver tus ojos, puedo verlo todo.
Tendría mi pasado resumido, una vista mi futuro y el presente corriendo en un torbellino de visiones estelares.
Tendría una puesta de sol sobre el mar y un amanecer en las montañas, con un brillo tan intenso como el sol de tus ojos.
Tendría la profundidad de los océanos en dos pequeños estanques y la frescura de las praderas en tus perfectas pestañas.
Tendría feroces tormentas y suaves brisas, la impetuosidad de los rayos y la paz de una noche estrellada.
Tendría el bullicio de las olas al chocar contra la costa. La fuerza de un huracán y el calor de un volcán.
Tendría las estrellas reflejadas en una sola y todas las galaxias encerradas en dos esferas.
Te tendría a ti y me tendría a mí, porque en el segundo en que me vi en tus ojos me quede atrapado en ellos.
Lo tendría todo y más con solo ver tus ojos brillar.