De reencuentros e inseguridades

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Zanahorias, lechuga, pollo. Repaso la lista del súper sintiendo que estoy olvidando algo.

Ya, la leche, ¿cómo pude olvidarme de algo tan simple? Aunque en realidad no le puse mucha atención a mamá por estar viendo el documental sobre la

Xenofobia, una cosa verdaderamente tonta,

William mi hermano, no dejará de molestarme por estar viendo esas cosas y se tan nerd.

Va a enterarse cuando revise el historial en el computador y seguirá insistiendo en que debo dejar esas cosas si quiero conseguir

Un novio, aunque en realidad no es como que me importe mucho, pero William insiste en que debo conseguir uno, aunque yo opino que

Terminaré siendo la tía solterona que a los cincuenta aún entra en la clasificación de

Sexi de muchos chicos, no es como que me considere una modelo ni mucho menos, solo que sé lo que tengo y también lo sé usar.

Recuerdo la primera vez que estuve con un chico, él no me creía que fuera virgen, e insistía en saber

Quién me había enseñado a "hacerlo tan bien".

Pero como dije, no presumo, la razón de que Will quiera conseguirme un novio es que tengo veinte y realmente no he tenido una relación formal, siempre lo mismo

O me dejan o los dejos antes de que siquiera haya pasado medio año, mi hermano insiste en que debería dejar mi apariencia de una niña

Ñoña y empezar a vestir como la mujer que soy, a mi defensa diré que en realidad no me visto como una niña ñoña, más bien como un chico, o uso ropa muy holgada que

No deja apreciar bien mi cuerpo, el último chico con el que estuvo dijo que si no me hubiera visto sin nada no se habría ni imaginado que estaría tan buena, sus palabra no las mías. Decido dejar de divagar tanto y

Mejor me pongo a buscar en las filas del súper las cosas que me han pedido, estoy en eso cuando choco con alguien, sí, sé que soy muy distraída.

Levanto la vista y me encuentro con un rostro conocido. Claro es mi ex.

Kike y yo tuvimos una relación muy rara, o eso pienso yo, he cogido con bastantes chicos y, a pesar de que anduve con Kike por cuatro largos meses jamás lo toque, diré que fue su culpa, él fue el que no intentó tener nada conmigo, mira que yo lo hubiera dejado.

-Jaz -dice, o más bien grita, en cuanto me reconoce, yo tengo ganas de enterrar mi cabeza en la bolsa de papas que acabo de agarrar.

-Igual de lindo que siempre - le respondo con una sonrisa forzada y con la voz cargada de ironía, aunque él parece no notarlo y prolonga el inesperado encuentro.

-Hola, ¿cómo has estado? -dice con una sonrisa boba que tanto me gusta, digo, por algo anduve con él. Soy de la idea de que sin importar la forma en que se haya terminado no debes ir por ahí diciendo cosas malas o pretendiendo que jamás te gusto en serio, te hace quedar más mal a ti.

-Genial -respondo sin mucho entusiasmo, y con menos aún añado, -¿y tú?

-Feliz de encontrarte -dice como si de verdad lo sintiera, y me da un poco de pena no compartir su entusiasmo, en realidad no es que no me emocione mucho verlo, sino que no soy de ponerme a platicar con la gente cuando estoy en el súper y menos si tiene siglos que no he hablado con esa persona. Kike me saca de mis divagues cuando propone de forma inesperada que salgamos.

-Estaría perfecto -le respondo más por quitármelo de encima. Cuando me doy cuenta de lo que he hecho empiezo a buscar una excusa sosa para deshacerme del compromiso, pero al ver su cara de felicidad no me atrevo.

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