—¿Qué hago si he encontrado a un chico lindo que me trata bien y a quien no le asusto? —le pregunte con una mirada soñadora.
—No ilusionarte —respondió contundente —sabes que para ti esas cosas no funcionan.
—Pero —replique decida a enfrentarlo, yo iba a cambiarlo —no debe ser así siempre, puede...
—No —me corto con una mirada enojada —para ti no existe.