Era un poco tarde para despertar a estas horas, pero anoche no pude dormir casi nada.
Hiro apenas podía abrir los ojos y mirar la computadora, tenía un mensaje de los chicos en la pantalla, y fué ahí cuando se dió cuenta de que se había quedado dormido sobre su escritorio.
—Ay...que dolor de cuello...—dijo entrando en sus cinco sentidos y moviendo su cabeza
Después Hiro miró al frente y abrió el mensaje de sus amigos.
—"Hiro hoy es un gran día para tí, nos veremos en un rato, -Honey"...
Terminó de leer.
—¿Que quieren decir? ¿Que hay de importante hoy?—dijo frotando sus ojos.
—¡Felices diecisiete Hiro!—Tía Cass gritó, entrando a la habitación con Mochi.
—¿Qué?... ¿Diecisiete?... ¿De que estás hablando ahora Tía Cass?
—Cielo, ¿aún estás dormido? ¡Hoy es tu cumpleaños!.—Cass abrazó al chico.—No puede ser que mi sobrino ya tenga diecisiete años, estoy tan orgullosa.
—¡¿Qué?! ¿Mi cumpleaños?
—¿En serio no sabías?
—No, si no me lo dicen lo olvido por completo, es la verdad.
—Bueno, ahora lo sabes.—dijo mientras abría las cortinas del cuarto.—puedes bajar a desayunar, abriré el café un poco más tarde para poder estár contigo.
—Pero no es necesario...
—Si lo es, quiero dejar cosas deliciosas para tí, además de que tus amigos vendrán.
—¿Vendrán?
—Si, Honey decidió hacer un desayuno entre todos.
—Dios, no me sorprende de Honey...
Hiro se cambió de ropa, no hizo nada con su cabello y bajó las escaleras, Tía Cass colocaba cosas, tazas, dulces y de más, y después él mismo le ayudó un poco.
"Me recuerda mucho...ha cuando hacía cosas en la cocina con Mamá Elena..."
Hiro se sentía extraño, han pasado dos años y aún así, guarda mucho de Santa Cecilia en su memoria, la comida, la alegría, los colores, muchas cosas que hicieron inolvidable a México.
Después de un rato, GoGo, Honey, Wasabi y Fred, llegaron al café, saludaron a Hiro y lo abrazaron con fuerza. Comieron, se rieron y le dieron un regalo por su cumpleaños.
—Anda... ábrelo, es un regalo de parte de todos.—dijo Wasabi.
—Sólo hazlo.—sonrió GoGo.
—Gracias...
Hiro miró el sobre, lo abrió con cuidado y sacó lo que había en su interior, viendo lo que había dentro. Derrepente sintió un escalofríos correr por todo su cuerpo.
—Feliz cumpleaños Hiro.
Lo vió y sus ojos brillaron, hasta casi liberar un par de lágrimas, aunque obviamente no lo hizo. Lo que estaba dentro era un boleto de avión, con destino a México.
—¿P-Por qué?...—Hiro miró al grupo.
—Bueno, nos dimos cuenta de que, a pesar que ya han pasado dos años, sigues apreciando ese lugar con todo el corazón.—Honey sonrió mirando al resto.
—Además porque eres un buen amigo, y queríamos algo que fuera valioso para tí.—continuó Wasabi
—Y también porque quiero un alebrije más, ya deseo una gran colección, están de lujo.—Fred estába emocionado.
—Gracias de verdad, yo... Bueno, no sé como describir lo que me pasa ahora.
—Yo se lo que harás. Harás un equipaje.—dijo Tía Cass tomando el hombro del chico.
—Y por favor lleva de todo, es mejor que estár preocupado en el camino de lo que llevaste o no.—Wasabi siempre preocupado y preparado.
—¿De verdad quieren que vuelva?
—Si eso te hace sentir bien Hiro, tienes todo nuestro apoyo.
—Oye, ¿y dónde está Baymax?
—Ah, su estación de recarga tuvo una falla, y tenía que repararlo.
—Por eso te encontré dormido sobre tu escritorio, ¿No?—Tía Cass se cruzó de brazos.
—Si, y se que te desagrada de que me quede dormido en otros lugares que no sean... mi cama.
—Bueno, podrías terminar con Baymax, y luego te dejamos en el aeropuerto.—dijo Wasabi.
—Esperen, ¿me voy hoy?
—Claro, si se nota en todas tus expresiones de que ya quieres irte.—GoGo se levantó de la mesa.
—Bueno... Tal vez si sea cierto.
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Un Héroe Musical
FanfictionHiro Hamada. Después de un año de ser héroes de la ciudad con sus compañeros, se comenzó a preguntar, ¿Por qué todo el tiempo le dicen que su hermano Tadashi siempre estará con él, mientras no lo olvide? Esta pregunta lo lleva a pensar si hay una po...