»Ya está muy cerca de terminar el Mes, y no sé como decirles a los Rivera que quiero estár con Miguel...«
Hiro no dejaba de pensar en como diría todo lo que siente, como confesarlo.—Miguel, ¿Crees que ya debería hablar con tu familia?
—Hiro, ya te dije, no te obligo a nada, si quieres hacerlo hazlo.
—Gracias por apoyar...
—¿Por qué cada vez que hablamos tienes que usar el sarcasmo?
—Es lo único que notas, ¿Verdad?
***
Después de unos días Hiro se decidió a hablar con Enrique y Luisa al respecto de lo que era llevar a Miguel a San Fransokyo.
—Enrique, ¿puedes venir a la cocina un momento por favor?
Enrique estába con Tío Berto terminando el trabajo del día, cuando escuchó a Luisa miró a Berto y se levantó de su asiento caminado a la cocina junto a ella.
—¿Qué pasa?
—Hay alguien que quiere hablar con nosotros.—sonrió Luisa.
Enrique y Luisa enteraron a la cocina, Mamá Elena estaba sentada con Hiro a su lado. Abuelita parecía molesta.
—¿Mamá?
—Hijo, este muchacho debe decirte algo.
Abuelita miró a Hiro, estaba nervioso, mirando hacía abajo, sin querer levantar la mirada, y sus palabras no salían.
—¿Qué esperas?—dijo abuelita.
Luisa y Enrique estaban mirando al chico, esperando escuchar algo, una palabra por lo menos.
—Ah... Señor yo quería... Pedirle permiso para...para viajar con Miguel, ósea... Salir de Santa Cecilia.
—¿Quieres mi permiso para salir con Miguel?
—Si, algo así... Sólo quiero dejar que Miguel descubra lo que hay más allá de Santa Cecilia, dejar que sea él mismo en el resto del mundo.
—Ya veo...
Luisa miró a su esposo para después mirar al muchacho, y después le sonrió.
—Enrique... Sabes, yo veo un chico muy bueno, lleno de energía que quiere enseñarle a nuestro hijo lo bueno del mundo...
—Bueno, debo admitir que Miguel no puede estár encerrado para siempre aquí, a pesar de que sea su hogar, está bien que él quiera sacar a Miguel de la rutina.
—¿Llegamos a un acuerdo?
—Está bien... Usted dirá.
—Un momento, yo quiero poner una condición.
—Mamá...
—Hiro, yo acepto a que puedas salir de México con Miguel, pero quiero que por favor se queden una semana más.
—¿Una semana? Ah... El cumpleaños de Miguel.
—Sí mijo, como su familia queremos celebrar sus dieciséis años antes de que se vaya.
—Claro que sí.
—¡Perfecto!
Mamá Elena sonrió y Luisa abrazó a Enrique, pensar que un chico muy simple pero a la vez especial, un chico como Hiro, podía cambiar el rumbo de la vida de Miguel.

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Un Héroe Musical
FanfictionHiro Hamada. Después de un año de ser héroes de la ciudad con sus compañeros, se comenzó a preguntar, ¿Por qué todo el tiempo le dicen que su hermano Tadashi siempre estará con él, mientras no lo olvide? Esta pregunta lo lleva a pensar si hay una po...