—Hiro...—tocaron mi puerta, que estaba abierta.
—¿G-Go Go?—en mi sorpresa dejé caer las herramientas que tenía en mis manos. Suspiré y bajé a recoger las cosas del suelo.—Lo siento, ah, ¿pasa algo?
—Eso debo preguntarte yo.
—¿Eh? Y... ¿Por qué?
—Por tí, estás raro desde que volviste de México, ¿sucedió algo allá?
—¿E-En México? No, todo está bien, no pasó nada, de hecho me encantó, fué genial estár en un lugar nuevo.
—No estoy segura tu Tía Cass dijo que estabas extraño cuando llegaste a casa.
—No, claro que no. Tal vez Tía Cass exageró, ya sabes como es ella.
—Sí, pero todos lo han notado, no sólo Tía Cass.
GoGo miró hacia la puerta, dónde estában el resto de mis compañeros.
—Es cierto Hiro...—dijo Honey entrando.
—Amigo, si sucede algo deberías decirlo, no tenemos problema en escucharte.—dijo Wasabi entrando con Fred.
—Es verdad chicos no me sucede nada.—dije mientras guardaba algunas cosas.—Gracias por preguntar y la preocupación, pero no me sucede nada.
—Hiro...
—Hoy debo irme temprano... Nos vemos mañana.—tomé mi mochila y volví a casa.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~
El café de Tía Cass no tenía tantos clientes como de costumbre, pero dentro de unas horas llegarán mas clientes, lo sé.
—Hola cielo.—sonrió Tía Cass al verme entrar.—Llegaste temprano hoy, ¿pasó algo?
—No, solo... Terminé temprano, es todo.
—Oh, bueno... ¿quieres que te lleve algo para comer?
—No, estoy bien, gracias... Estaré arriba.
—Bueno, está bien.—dijo Tía Cass extrañada.
No la culpo, es verdad que he estado raro, mi actitud no es la de todos los días, que cambié desde que volví de México, ni yo me reconozco.
—Hola Mochi.—ví a el gato de mi tía que estaba en la escalera cerca de mi habitación.
Subí a mi habitación, dejé mi mochila, me saqué mis zapatillas y me tiré a la cama suspirando.
—Hola Hiro.—escuché la voz de Baymax que venía de la habitación de Tadashi.
—Hola.—dije apenas ya que no se escuchaba del todo mi voz estando boca abajo sobre la almohada.
—¿Tienes algún problema?
—No, estoy bien.
—¿Estás seguro?
—¡Sí!
—¿Puedo hacer un escaneo?
—No, ya les he dicho a todo el mundo que estoy bien.
—No lo estás Hiro, tienes una extraña actitud.
—¡Dije que no!
—¿Estás seguro?
—Ay, imposible.—suspire y me senté en la silla de mi escritorio.
Pasó un rato, unos diez minutos de silencio por parte de Baymax.
—¿Que tipo de vida es esa?—dijo curioso
—¿De que hablas ahora?
—Una flor.
—Ah, si.... Es... Es una flor de cempasúchil.
—No la conocía.
—Pues no... Viene de México, de ahí la traje hasta aquí, un... Recuerdo.
—Es muy bonita.
—Mucho...
—Hiro, cielo, ya cerraré el café, baja en un rato más para cenar.—escuché a Tía Cass desde la escalera.
—¡Si, ya voy!—contesté.
—¿Puedo cuidar de la linda flor por tí?—preguntó su voz robótica.
—Ah... Si claro.—dijé distraído porque estaba configurando algo de mi computadora.
Tenía que estár recostado en el suelo para ver lo que estaba haciendo.—Le daré cuidados y lo que necesita una pequeña planta.
—Sí ajá... Ya quedó.—me levanté y miré a Baymax.—¿Q-Qué estás haciendo?
—Está flor es de un color muy bonito.—dijo mientras ponía la flor en un macetero antiguo que Tadashi No usaba.
—Sí, es cierto.—recordé que Tía Cass me había llamado.— Ah tengo que bajar, no causes problemas.—bajé y ví a Tía Cass cerrando el café.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Después de comer, HIro volvió a su habitación, encontrándose con Baymax y Mochi mirando fijamente la flor, como si la estuvieran observando por horas.
—Ella no hace nada.
—Pues claro que no, es una flor, sólo sirve para tener un recuerdo...
—¿Del lugar o de alguién?—preguntó Baymax tomando el macetero.
A Hiro parece haberle molestado la pregunta pues no dijo nada, y solo de sentó en su escritorio.
Mochi bajó las escaleras para estar con Cass, y Baymax dejó la flor cerca de Hiro en el escritorio.—Le dí agua.
—Ah bien... Gracias.—dijo mirando la pantalla del ordenador.
—Ya se está haciendo tarde, deberías irte a dormir Hiro, lo digo como tu Asistente Médico.
—Si... Dame un minuto...—apagó el computador.
Hiro se despidió de Tía Cass, lavó sus dientes, y estaba listo para ir a la cama, a pesar de que se quedó un buen rato mirando el techo, el pronto se había quedado dormido, no aguanto mucho tiempo con los ojos abiertos..
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Un Héroe Musical
Fiksi PenggemarHiro Hamada. Después de un año de ser héroes de la ciudad con sus compañeros, se comenzó a preguntar, ¿Por qué todo el tiempo le dicen que su hermano Tadashi siempre estará con él, mientras no lo olvide? Esta pregunta lo lleva a pensar si hay una po...