Fué ahí cuando distraje a Papá Héctor, corrí y tomé la mano de Hiro, antes de que él se diera cuenta y el ¿Globo? ya estaba en el aíre.
Anteriormente ya había visto el lugar desde las alturas, en mí primera vez aquí, cuando me subí a Pepita, la guía espiritual de Mamá Imelda. Obviamente como estaba concentrado en otra cosa, no me fije en todo. Y ahora que estoy con Hiro, es todo distinto. No sé si es porque esto lo hizo él... O porque me gusta su compañía.Aún así, la vista seguía siendo espectacular.
—Es irónico, ¿no?
—¿Eh?
—Que sea La Tierra de los Muertos, y tenga más Vida que en el otro lado.
—Si, también me dí cuenta.
Derrepente hubo un silencio, no fué incómodo, pero entre el y yo, había algo que no podía explicar.
—Miguel...
—¿Sí?
—¿Alguna vez...fuiste diferente, y el resto de la gente... Te miró raro?
—No...pero hay algo parecido.
—¿Eh?
—Cuando le dije a mi Familia que quería ser un Músico, me miraban mal. Es que se supone que un Rivera es un Zapatero hasta los huesos, y odiaban la música.
—Pero lo lograste, ahora te apoyan.
—Si, pero ántes de lograrlo tuve muchos tropiezos.
—Que ridículo soy.—miró hacía abajo, ocultando su mirada.
—¿Mm? ¿Por qué?
—Actúo como un niño y yo soy el mayor de los dos.
—No es ridículo, aveces está bien sentirse así.—me acerqué más a él.—A todo esto, ¿a qué viene esa pregunta?
—Es que... Admito que cuando murió Tadashi, sentía una rara sensación. De que tal vez rendirme era una buena opción, no quería seguir... Tadashi era admirable... Jamás perdió la fé en mí, y me sorprende.
—El te sigue teniendo fé.
—¿Eh? Cómo...
—En vida o muerte, es igual, la familia no se desase tan fácilmente. Yo sé que tu hermano, aún piensa en tí, que sigues con la Robótica, y que eres felíz...
Él me miró, mis palabras salieron de la nada, pero no me arrepiento de ella, se que la Familia es algo muy importante, pero si hablo por Hiro, es muy distinto, tenía a su hermano, y tiene a su tía. También amigos, pero sé que en el fondo, el quiere una familia fuerte y amorosa, completa, como la mía, creo yo.
—Gracias Miguel...
—Cuando quieras.
Nuestras miradas estaba clavada en el otro, esa emoción de nuevo, la sentí cuando tomé su mano, y la siento cuando veo sus ojos. Estoy confundido...
—¡Miguel!—desde abajo gritaron mi nombre.—¡Baja de ahí!
—¿¡Mamá Imelda!?—me alarme al verla allí.
—¡Baja a mi Nieto de ahí!—le dijo a Hiro molesta.
Hiro actuó de inmediato, y movió la palanca, pero mientras desendiamos, Dante llegó y empujó a Hiro, seguramente volvió a tener torpeza con sus alas.
—¡Hiro!
—E-Está fallando, no se puede reparar.
—Hay que pensar en algo.—derrepente me dí cuenta de como el proyecto comenzaba a caer.
—Tadashi...
—¿¡Qué!?
—Tadashi.—en su rostro Hiro mostró una sonrisa, y miró a todos lados.
Tomó la palanca rota y la ató a una cuerda y fué rápidamente al borde de lo que quedaba de el globo aerostático.—¡Hiro! ¿¡que estás!?...
—¡¡Siempre busca otro ángulo!!—dijo seguro y lanzó la cuerda atada.—¡Dante, ve por el muchacho!
Dante reaccionó y atrapó con su boca la palanca, Hiro tomó la cuerda con fuerza y luego me abrazó.
—Eso me decía Tadashi...
Dante movía sus alas y nos iba bajando poco a poco, hasta que nuestros pies tocaron el suelo y aterrizamos de manera algo brusca.
—Miguel, ¿Estás bien?
—Sí, tranquilo.
Nos levantamos, y luego llegó corriendo mí familia hasta nosotros.
—¡Miguel! ¿Estás bien Mijo?—Mamá Imelda me abrazo fuerte.—Me tenías angustiada.
—¡Estoy bien!—dije casí sin aire.
—Yo desde el principio sabía que eras un peligro para mi Nieto.—miró a Hiro—Héctor no lo mira por unos segundos y cae por culpa de esa cosa.
—Mamá Imelda, mírame, estoy bien, Hiro me ayudó, de verdad estaría mal si no es por él.
—Miguel en serio, estuvo muy cerca esta situación, de verdad pude haberte perdido.
—Estás exagerando.
—Miguel Rivera, no me lleves la contraria, no quiero que vuelvas a estar cerca de este muchacho.
—¡¿Qué?! Eso no tiene sentido.
—Has caso a tu Familia.
—Pero no puedo, estoy conectado con él, no importa lo que pase, debo estár con él.—me alejé de mi familia, yo me sentía realmente molesto.—No puedo volver sin él, es la condición de el regreso.
—Él irá por su cuenta, tu te quedas a salvo con tu familia.
—Pero-...
—Miguel, ellos tienen razón, lamento haberte traído hasta aquí, estabas en peligro, y por mi culpa. En verdad lo siento.—levantó la visto y miró nervioso a Mamá Imelda.—Iré por mi Hermano, y luego lo traeré hasta aquí... Regresaremos...y también me iré de Santa Cecilia inmediatamente después de volver, lo prometo.
—Hiro...
—Iré con Frida, tú no te preocupes, y yo en verdad... Lo siento.—ví como se fué corriendo, sabía que estaba herido, de un modo u otro.
—¡Hiro!—apenas dí un paso, Mamá Imelda y Papá Héctor me agarraron y no me dejaron ir.
—Lo siento chamaco, pero Imelda tiene razón.
—Pero...
—Miguel, basta, no vas a arriésgate.
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Un Héroe Musical
FanficHiro Hamada. Después de un año de ser héroes de la ciudad con sus compañeros, se comenzó a preguntar, ¿Por qué todo el tiempo le dicen que su hermano Tadashi siempre estará con él, mientras no lo olvide? Esta pregunta lo lleva a pensar si hay una po...