Inspiro profundamente tratando de no echarme a llorar tan pronto como me alejo de mi familia que a su vez me observan fijamente con lágrimas en los ojos. Pero alguien tiene que ser la fuerte ¿no? Me aferro más al asta de mi maleta y al sobre amarillo que Zabdiel me entregó unos minutos atrás y sigo caminando controlando las ganas que tengo de volver.
Como si de un zombi se tratase coloco mi maleta en la banda transportadora y espero a que el oficial me ceda el paso. Avanzo de manera lenta por el estrecho pasillo que me llevara directamente a abordar el avión y justo cuándo doy los primeros pasos me giro para encontrar a mi familia, mis amigos y mi novio con la nariz pegada al cristal del enorme ventanal de la sala de espera, observándome.
Llevo mis ojos al cielo donde las enormes nubes grises lo adornan y mi corazón se estremece antes de volver a mirarlos en la distancia. Les ofrezco una sonrisa fingida que sé no notarán y les saludo una vez más a modo de despedida.
—Nueva York te espera, Leire—me digo a mi misma en un murmuro y los vuelvo a observar fijamente sintiendo como con cada segundo que pasa mi corazón se agrieta todavía más. Me giro de nueva cuenta y sigo con mi camino para poder subir al avión donde otro oficial me ofrece una sonrisa cansada.
Busco con la mirada el número de asiento que tengo plasmado en mi boleto de avión y dejo escapar un suspiro cansado cuándo me doy cuenta que tengo que viajar con una pareja de lo que parecen ser recién casados.
La rubia de ojos grises no deja de sonreír y de entrelazar su mano con el chico de cabello negro y ojos verdes que la hace reír. Parecen realmente enamorados e inmediatamente me quise morir apenas comprendí que me esperaba un largo vuelo de casi tres horas junto a ellos. ¿Por qué la vida tenía que ser así de fea conmigo? Suelto un bufido de pura frustración y me dejo caer en mi asiento colocándome de inmediato los auriculares para por lo menos no tener que escucharlos.
Cuándo la voz de Meghan Trainor cantándole a su querido futuro esposo penetra mis tímpanos pongo los ojos en blanco y cambio de canción. Abro cuidadosamente el sobre amarillo que lleva mi nombre encontrando dentro una hoja rosada y otro papel al que no le presto atención. Me rio en voz baja cuándo encuentro la letra desprolija llena de faltas de ortografía del pequeño pero adorable demonio castaño.
QeriDa LeiRe:
Zab me dijo qe te vaz a ir a la ezcuela por un año entero. De berda? Intonte yamarte pero Zab no me dejo. Dijo qe eztavas canzada i que qeriaz dormir. Me pone trizte qe te vallas porqe erez la única amiga qe tengo aqi. Me diberty mucho contiguo. Tanvien me pone trizte porqe Zab llora i no me guzta que aga ezo. El dize qe tu vaz a zer la mejor i qe tengo qe estar orbuyoza de ti. Te qiero mucho i por favor no te tardez en benir a berme. Te regalo miz aorroz para qe los gaztez en tu ezcuela. Zab me dara maz luego. Con amor, Alex. XOXOXO.
Tomo entre mis manos el sobre amarillo y efectivamente hay dinero en él. Encuentro un dólar doblado por la mitad y niego un poco antes de volver a llevar mi mirada hasta la pareja a mi lado que charlan amenamente sin darse cuenta que tengo el corazón en la mano y que estoy a punto de echarme a llorar por toda la ternura que esa niña despierta en mí.
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DIEZ RAZONES PARA NO AMARTE (DRPNA #1)|ZABDIEL DE JESÚS|Terminada.
FanfictionLibro uno: DIEZ RAZONES PARA NO AMARTE. Libro dos: DIEZ RAZONES PARA ESTAR A TU LADO. No choco en las esquinas de los pasillos con chicos guapos con el físico de Dylan O'Brien y con el rostro de Harry Styles. No. Mi enemiga número uno no suele ser...