Narra Samantha
—¿Con quién estabas hablando? —preguntó Jimin, mirándome con los ojos entrecerrados.
—Con Min Yoon Gi —respondí sin rodeos.
—¿Qué? ¿Ese es con quien hablas tanto?
—Sí. Para que te quede claro, Jimin.
—¿Min Yoon Gi? ¿De verdad? No entiendo cómo te puede gustar mi amigo.
—Así es —respondí con firmeza, sintiendo la rabia subir por mi pecho—
Jimin frunció el ceño. Se notaba herido, pero no me detuve.
—Dime... ¿Qué tiene él que no tenga yo? —preguntó con voz baja.
—Sabe tratar a una mujer. No como tú, que solo sabes herir y jugar con los sentimientos de los demás. Eres un patán, un imbécil que ha hecho lo posible por destruirme desde que llegué.
—Samantha, yo...
—No digas nada —lo interrumpí—. Ya tuve suficiente de tus malos tratos. Pero falta poco para que esto se termine. Pronto me iré de esta casa.
—¿Qué...? ¿Te vas?
—Sí, muy pronto. Voy a enfrentar a mi madre. No quiero seguir viviendo así, no quiero seguir siendo la "gata" de nadie. Quiero estudiar y ser independiente.
—Samantha... Yo lo siento. De verdad —dijo con voz temblorosa—. Sé que lo arruine. Me dejé llevar por cosas horribles. Yo... quería hacerte daño, sí. Pero cuando te vi anoche, cuando estuviste ahí conmigo... me di cuenta de todo. No lloré por Jazmín, lloré porque me di cuenta de lo que eres para mí. Y del daño que te hice.
Sus palabras me tomaron por sorpresa. No supe qué decir.
—Jihyun me abrió los ojos —continuó—. Él no tuvo nada que ver en esto. Fui yo. Solo yo. Pero quiero cambiar. Por ti. Por mí. Por lo que podríamos ser. ¿Me darías una oportunidad?
Dudé. Había tanto dolor entre nosotros, tanta historia. Pero también... había algo más.
—No sé, Jimin.
—Por favor. No te pido que me ames. Solo que me dejes demostrarte que puedo ser mejor.
Lo miré unos segundos. Y contra todo pronóstico, asentí lentamente.
—Está bien.
Me abrazó. No con la intensidad de quien celebra una victoria, sino con la fragilidad de alguien que teme romper lo poco que queda. Y por primera vez... no sentí rechazo.
—Gracias. Te prometo que no te vas a arrepentir.
—Eso espero.
En ese momento, apareció Jihyun, con una sonrisa tímida.
—¿Ya se reconciliaron?
—Sí —dijo Jimin.
Jihyun me miró con algo de culpa en la mirada.
—Samantha, yo...
—No digas nada. Sé que no tuviste la culpa de nada.
—Gracias —murmuró, aliviado.
—Ya que terminaste tus tareas... —intervino Jimin, intentando cambiar el ambiente— ¿Te gustaría ver una película con nosotros?
—¿Y tus padres?
—Se están alistando para una cena de negocios —respondió Jihyun.
—Por favor, dinos que sí —insistió.
—Está bien —respondí sonriendo—. Solo me doy una ducha y bajo.
{Un rato después}
Después de ducharme, me puse algo cómodo, un pantalón holgado y una camiseta ancha. Mi cabello aún estaba un poco húmedo, pero no me importó. Bajé y encontré a Jimin y Jihyun ya acomodados en el sofá, peleándose por el control remoto.
—¡Dámelo! —decía Jihyun—. ¡Tú siempre eliges!
—¡Porque yo tengo mejor gusto! —respondió Jimin con una sonrisa burlona.
—Oigan, cálmense —dije entre risas mientras me sentaba entre ellos—. Vengo en son de paz... aunque si me hacen enojar, el control será mío por decreto.
—Entonces decidamos de una vez —dijo Jimin, mirándome de reojo—. ¿Qué película vemos?
—¡Una de acción! —dijo Jihyun rápidamente.
—No, de terror —intervine—. Hace rato quiero ver una que me recomendaron.
—Terror suena bien —secundó Jimin, cruzando los brazos con aire triunfal—. Dos contra uno.
—¡Eso no vale! —protestó Jihyun—. Están en complot contra mí.
—No somos nosotros —repliqué con una sonrisa—. Es la vida. Y la vida es injusta.
Jimin soltó una leve risa, relajado, como si disfrutar de algo tan simple fuera algo nuevo para él.
Cuando la película comenzó, las luces se apagaron y el ambiente se volvió tenso. El sonido del viento silbando en la pantalla, los pasos suaves en una casa oscura, la música escalofriante... todo ayudaba a meternos en la historia. Sentí cómo el corazón me latía más rápido.
En una escena particularmente intensa, donde la protagonista abría una puerta crujiente y del otro lado algo se movía en la oscuridad, Jihyun soltó un grito ahogado.
—¡AH! ¿Qué fue eso?
—Un gato —dije, divertida—. Un simple gato.
—Ese gato tenía cara de demonio —respondió él, llevándose una almohada al pecho.
Jimin se rió en voz baja. Yo también. De pronto, un susto fuerte en la pantalla me hizo brincar. Sin pensarlo, tomé el brazo más cercano: el de Jimin. Cuando me di cuenta, lo solté de inmediato.
—Perdón —dije rápido, sin mirarlo.
—No importa —respondió él, su voz un poco más suave—. Puedes tomarlo si quieres. Para que no te asustes tanto.
No supe qué decir. Pero cuando otro susto se acercó, esta vez fue Jimin quien tomó mi mano. Solo por un segundo. Un gesto torpe, casi inseguro... pero honesto.
Nos miramos, apenas unos segundos. No había bromas. No había máscaras.
Solo dos personas compartiendo algo sencillo. Algo humano.
Jihyun, ajeno a ese momento, mascaba palomitas como si su vida dependiera de ello.
—¡Uy, viene lo peor! —anunció, con los ojos pegados a la pantalla.
Y ahí nos quedamos los tres. Riéndonos, asustándonos, comiendo, sintiéndonos por un rato... normales. Como si todo lo que dolía se hubiera quedado fuera de esa sala.
Att:Bad Girl.

ESTÁS LEYENDO
Mi sirvienta (Editando)
FanfictionUna joven se convierte en la empleada de una de las familias más poderosas de Corea del Sur. Donde tendrá que soportar los malos tratos de un chico exigente, controlador y mujeriego que solo se preocupa en si mismo.