11

999 60 3
                                        

Después de varios días☆

Narra Jimin

Desperté y me dirigí al baño. Después de asearme, me vestí. En ese momento sonó mi celular. Lo revisé: era mi madre. Contesté la llamada.

—Hola, mamá —saludé con voz algo seca.

—Hola, hijo. Te llamo para decirte que tu padre y yo llegamos mañana a casa, ya que el segundo viaje se canceló —dice la señora Park, con voz tranquila.

—Qué bien —respondo con sarcasmo.

—¿No te da gusto? —pregunta, un poco decepcionada.

—Sí, mamá...

—¿Y cómo se ha portado la gata? ¿No ha hecho nada malo? —pregunta con tono curioso.

—¿Qué crees tú? Esa tipa me cae mal, no la soporto —respondo molesto.

—Despreocúpate. Cuando llegue a casa vamos a hablar —dice seria.

—Está bien...

—Mi amor, nos vemos más tarde, ¿sí?

—Adiós, mamá —digo, colgando.

Fin de la llamada...

Bajé a la cocina y me encontré con Jihyun gritándole a Samantha. Me acerqué, curioso.

—¿Eres idiota o qué? ¡No sabes hacer nada bien! —grita Jihyun, enojado.

—¿Y por qué no lo haces tú entonces? —responde Samantha, cruzándose de brazos.

—¿Qué hizo ahora? —pregunto, ya cansado del drama.

—¡Mira lo que le hizo a mi camiseta! —responde Jihyun, mostrándola.

—No tiene nada. Estás exagerando —dice Samantha, rodando los ojos.

—¿Estás ciega o qué? ¡Idiota! —grita él.

—No, y no tengo por qué aguantar tus reclamos. Dile a las otras muchachas que te ayuden, porque si no lo recuerdas, hoy tengo mi día libre. Así que... adiós —dice Samantha, y da media vuelta.

—¿A dónde vas? —le pregunto.

—A un lugar donde no estén tú y tu odioso hermano molestando —dice enojada, mientras sube a su habitación.

—Me las va a pagar —dice Jihyun entre dientes.

—Déjala tranquila —le respondo, serio.

Narra Samantha

Estoy agotada. No físicamente, sino de aquí —me tocó el pecho, justo sobre el corazón—. Cada día que pasa en esta casa es una batalla para no quebrarme. Pero hoy... siento que ya no puedo más.

Después del último enfrentamiento con Jihyun, subí a mi habitación sin decir una palabra. Cerré la puerta y me apoyé en ella, respirando hondo, como si el aire me quemara por dentro.

Intento mantener la calma. Me siento en la cama. Miro al techo. Pero el nudo en la garganta crece... y de pronto, sin avisar, las lágrimas empiezan a caer.

—No quiero estar aquí... —susurro para mí misma, temblando.

Mi celular vibra en la mesa. Es Suga. Me dice que ya está afuera. No contestó.

En cambio, me encojo sobre la cama, abrazando mis rodillas. Todo me pesa. Las palabras hirientes, las miradas de superioridad, la soledad que siento en una casa llena de gente.

De pronto, alguien golpea la puerta.

—Samantha —es la voz de Jimin, suave, pero se nota tensa—. ¿Vas a salir o qué?

No respondo.

—¿Estás bien? —pregunta, esta vez más cerca de la puerta.

Me limpio las lágrimas, pero no digo nada. No puedo. No tengo fuerzas.

Silencio.

—Samantha... —su voz se quiebra apenas—. Si te hice algo... si mi hermano te dijo algo más, solo dime.

No lo soporto. Me levanto de golpe y grito:

—¡¿Te parece poco todo lo que me hacen?! ¡¿Te parece normal vivir como si fuera invisible, como si no sintiera nada?! —mi voz suena fuerte, pero se rompe al final.

Silencio otra vez. Luego escucho su respiración al otro lado de la puerta, lenta... como si no supiera qué hacer.

—No era mi intención que te sintieras así —dice, casi en un susurro.

—Pues felicidades, lo lograste —respondo, más bajo.

No abro. No puedo.

Me dejo caer otra vez sobre la cama. Escucho pasos alejándose, pero no sé si de verdad se fue o solo se rindió.

Por primera vez, solo deseo  huir. Quiero desaparecer de este lugar.

.

.

.

Hola, ¿cómo está mi querida gente de Wattpad?
Espero que les haya gustado el capítulo.
Perdón por no actualizar, es que he estado muy ocupada con la escuela y no había podido continuar, pero ¡ya volví!
Les prometo seguir actualizando.

Att: Bad Girl♡

Mi sirvienta (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora